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"Cómo dejar de ser un single"

Carlos Burgos: "Malgastar las fuerzas en conseguir mujeres es un síntoma de debilidad"

martes 23 de septiembre de 2008, 12:47h
Cuénteme exactamente cómo dejar de ser impares. ¿Hay una fórmula que realmente sí da resultado?
Bueno... "Cómo dejar de ser un single" es un libro que no habla tanto de que ser un "impar" sea algo negativo. En el libro hablo, en todo momento, que ser single o soltero no es un problema. De hecho es algo sano sentirse bien estando solo. Sin embargo, lo realmente deseable es que lo poco que se relaciona una persona, quizás por ser un "impar", que ese "poco" sea sin problemas. Por lo general vemos cómo las personas arrastran sus miedos y sus frustraciones, empaquetándolas de una relación a otra. Y eso es con lo que el libro pretende acabar: dar a entender que la única persona con la que debemos ser felices somos uno mismo; que esta es la forma en la que a uno le sobra amor, por tenerse amor a sí mismo. Y este "exceso" de amor es el que puede "regalarse" a otras personas. Lo que no podemos concebir es tener un problema de autoestima, donde el amor propio escasea, y salir a buscarlo fuera. Es decir, querer una relación para llenar nuestros vacíos. El amor se da y se recibe, nunca se mendiga.


En su libro rechaza el personaje de Tom Cruise en la película "Magnolia", ¿pero nunca se ha sentido un poco como él?
En mi libro rechazo la figura del seductor prefabricado. Es decir, esa persona que busca fórmulas, técnicas, estrategias e incluso elixires de algún tipo con tal de convertirse en un seductor. Seducir... y ojo, porque seducir se realiza en muchos ámbitos (como puede ser una entrevista de trabajo, un mitin político, o incluso un profesor con sus alumnos), seducir como digo es atraer a las personas. Y eso sólo va a conseguirse primero conociéndose a uno mismo, y segundo conociendo a otras personas, lo que permita obtener un bagaje, una experiencia con muchos tipos de personas. Con mujeres, por ejemplo.

En el campo de la seducción es difícil extrapolar si algo es efectivo...
Lo que no podemos concebir es que por leer un libro con tácticas, fórmulas del tipo "desgastar/incidir/agasajar" o "técnica de la doble mirada" o similares, alguien pueda convertirse en un seductor de la noche a la mañana. Curiosamente, las personas que siguen estas "técnicas" acaban dándose cuenta que lo realmente valioso de estos libros y/o seminarios no es el contenido de éstos, sino la iniciativa de ponerse ellos mismos frente a una mujer, y echarle horas conociéndose y conociendo. Respecto a si yo me he sentido como Tom Cruise... No, nunca. Me tomo por un tipo con ideas, pero no malgastaría todas mis fuerzas en conseguir mujeres, porque eso sería un síntoma de debilidad, de mi necesidad de apoyarme en ellas. Y con eso, nuevamente, cualquier persona pierde atractivo.

Internet es un arma poderosa. ¿Podrían deshumanizarse las relaciones?
Las relaciones jamás se deshumanizarán. Es un argumento irracional, incoherente y sin base alguna. Desde que tenemos Internet, desde que enviamos correos de una punta a otra del planeta en cinco segundos, desde que los chavales pueden compartir sus horas de juego on-line... hay muchísimo más contacto humano: las personas hacen por buscarse, por conocerse. El ejemplo más directo de esto es mi portal, en el cual está basado mi libro: www.minovia.es. Esta web, lejos de ser la típica trinchera donde todos los usuarios se cobijan tras un teclado, es un espacio donde ya se han formalizado muchas amistades, en muchas "quedadas" por toda España. Estoy seguro de que si no existiera minovia.es, muchos de estos amigos y parejas no se habrían conocido jamás.

¿Qué me dice del socorrido “Messenger”?
En cuanto al Messenger, a la hora de relacionarse y, por supuesto, de seducir, lo único que provoca es la banalización de contactos. Es decir, una mujer cuya lista de contactos sea de 30 hombres, todos deseando hablar con ella, acabarán siendo iguales a sus ojos: accesibles, nada creativos, sin diferenciación. Cara a cara las personas tienen mucho más que decir que siendo una mera línea de texto en un programa de ordenador.

Buscar pareja a través de la red aún es un tabú, incluso da "corte" reconocerlo.
No sólo a través de la red... es que buscar pareja es ya un tabú de por sí. De hecho, las "fachadas" que las personas muestran, por ejemplo en la noche, son debidas a estos miedos... a estos "que no sepan que estoy soltero/a, que se note que soy un poco más "guays". Todos los problemas de las relaciones, desde su inicio y desarrollo, incluso teniendo en cuenta las rupturas, todos los problemas giran en torno al miedo. Miedo a quedar en ridículo, a no parecer una persona agradable, a parecer demasiado accesible, a que los demás crean que vivimos amargados por estar sin alguien al lado... Muchas personas dicen "buf... ¿estar con alguien ahora? Quita, quita, yo estoy muy bien solo". Bien, cuanto más digan eso, más nos debemos dar cuenta de que están deseando tener pareja. Nos da corte reconocer que queremos ser amados... y qué mejor que meterse debajo del citado "escudo": un monitor... un teclado... acceder a Internet... y así nadie evitar ser reconocido y juzgado.


Meetic, Match, Amigos.com... son catálogos humanos. ¿qué ventajas podría tener ligar por internet respecto a hacerlo en una discoteca?
Ninguno. No hay ninguna ventaja. En mi libro y mi web hablo precisamente de esto, desde hace varios años. Estos espacios web, catálogos como tú los has llamado, cuanto más se tecnifican, cuanto más se complican, peor. Es decir, el portal ofrece un servicio de búsqueda de perfiles similares, y para ello pide infinidad de datos. ¡De todo tipo! Sociales, conductuales, personales... Finalmente el usuario adquiere un perfil y la web avisa "eh, hay un perfil como el tuyo". Y resulta que esas dos personas se conocen y... acaban tirándose de los pelos.

Entonces, tampoco es la panacea…
Hagamos caso de los métodos tradicionales: los polos opuestos se atraen, desde siempre. Que estos portales de contactos no se pongan medallas con las parejas que consiguen. ¿Cuántas personas pasan por sus servidores al año? ¿Dos millones? ¿Tres? ¿Diez? Y... ¿cuántas parejas "consiguen"? ¿Veinte parejas? ¿Treinta? Curiosamente... el mismo número que las que salen de una discoteca. Al final, todo son entornos donde el miedo, los "que-no-se-me-note-que-no soy-guays", están siempre latentes. Escenarios y catálogos que muestran la imagen que quiere dar una persona, pero no su verdadera imagen.

¿Y la tiranía del físico? un chico poco agraciado de verdad se convertirá en un gentleman siguiendo una serie de pautas, es todo cuestión de psicología?
Como te comentaba, no se trata de tener pautas apuntadas en una chuleta o memorizadas de un libro. Pautas que le funcionarían al autor por su físico, su entorno o el momento en el que las puso en práctica. Eso no funciona para encadenar un ligue tras otro. Siempre ha habido muchas personas poco agraciadas, pero con una personalidad arrebatadora. Por ejemplo, Diego Rivera, marido de Frida Kahlo, era un hombre obeso y feo, al que las mujeres adoraban; suspiraban por él. Su atractivo y, sobre todo, estar más a su vida que a otros apoyos (necesitar a mujeres, por ejemplo), conseguía que ellas se dieran cuenta de que un hombre así podía conducir su vida, e incluso formar una familia con él. Percibían que no era un hombre que fuera a pararse ante un obstáculo. Percibían un hombre con arrojo, iniciativa, creatividad, sin temores ni problemas... Con una vida que vivía intensamente, en definitiva. Un hombre que se encuentre lejos de este estereotipo no será tan atractivo a ojos de una mujer. No importa el físico... Ayuda, desde luego, pero una mujer atraída por un hombre guapo puede dejar la relación con éste si él se muestra tal y como he comentado: débil y dependiente.

¿Es cierto que la "necesidad" agudiza el ingenio y que los "guapos" se acomodan rápido?
Insisto... y en el libro lo dejo claro: no creo en los guapos. Nunca me he tenido por un guapo de ninguna clase, y, como todo el mundo, tuve mi edad del pavo y mis complejos, típicos de la adolescencia. A los 17 años pasaba más tiempo metido entre libros que entre mujeres. Y aunque después todo esto cambiara, me di cuenta que todo en las relaciones es actitud. La actitud de las personas es el fiel reflejo de nuestro comportamiento hacia ellas. Comentas esto de... "los guapos", que si se acomodan rápido... Bueno, mi experiencia al respecto es que pasé meses cuidándome, al detalle: dieta, ropa, perfume... Durante mucho tiempo, salir de noche como un pincel no me aseguró estar con ninguna mujer. Así que me dio por hablar, por conocer, por experimentar y por chocar. Por tener fracasos y éxitos. Pasado el tiempo empecé a salir con gafas, vaqueros y unas zapatillas. Y acababa conociendo a chicas interesantes. Si por físico fuera, lo hubiera conseguido mejor en la anterior etapa... pero no fue así. Nunca es así. Y si acaso fui "guapo" no me acomodé, porque está claro que un guapo no liga. Liga el que habla... aquí sólo vale la actitud.

En el amor y en la guerra, ¿todo vale?
No. Desde que creé minovia.es siempre he mantenido unos principios. Unos principios que intento que rijan mi vida, y que creo apropiados para todas las personas. Unos principios según los cuales no debe hacerse daño a otras personas, no hacer lo que no te gustaría que te hicieran, no creer en la infidelidad, rechazar la violencia, respetar a hombres y mujeres por igual, evitar poner a la mujer como la "mala del cuento"... Hay personas, y en Internet tenemos muchos casos de webs que hacen del amor una competición, que buscan "ganar" a la mujer. Buscan quedar por encima de ella, pasar por encima como sea. Entonces, sacan a flote el "orgullo masculino", evidenciando una gran debilidad y machacando esa igualdad que tanto debemos fomentar ahora. Cualquier web o blog en los que haya un indicio de "ellas son así, ¡vamos a ponerlas en su sitio!" nos dejan a la altura de un cromagnon. Y, lo que es peor, estos espacios dan demasiada importancia a la mujer, como último fin de todos sus esfuerzos, lo que denota el "ando necesitado de mujeres porque no me valgo por mí mismo". Hay que romper con todo eso, un hombre debe hacerse grande sin intentar hacerlas pequeñas a ellas.


El arte de la seducción es tan antiguo como las civilizaciones. ¿Hay más política en la seducción o más seducción en la política?
Si hay política en la seducción, debería ser política correcta. Política que no hable de ellos y ellas, de diferenciaciones. Si bien es cierto que las mujeres responden de forma diferente en la seducción que como responde un hombre (y por ello ese libro muestra las diferencias y patrones con diversos ejemplos), sí es cierto que las diferencias no nos pueden arrojar a la ignorancia que acaba en el insulto y el desprecio. Hay personas que por tener una gran dependencia, por pensar que no valen lo suficiente o por no saber seducir, contratan servicios de una prostituta. Pero su frustración aumenta, y se hace patente en sus comentarios y su desdén hacia las mujeres. Todo, nuevamente, es miedo. Y en la seducción no debe haber miedo. Respecto a si hay más seducción en la política... sí, como he comentado anteriormente todo en la vida es seducción. Es un arte, que parte de la compleja pero alcanzable posesión de una personalidad atractiva. Si perdiéramos los miedos, si nos mostráramos como somos, si supiéramos que la vida debe vivirse con lo que nos ha tocado vivir y nos relajáramos a la hora de conocer a las personas... nos relacionaríamos con éxito, que es de lo que habla este libro y que creo, sinceramente, que es algo al alcance de cualquiera.

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