Después de que Feijóo y Garamendi lo exigieran, Sánchez se abre a una rebaja fiscal de los precios energéticos sin aclarar cómo ni cuánto.
La subida de la factura de la luz, los combustibles o el gas está resultando un suculento negocio para las arcas del Estado, que se embolsa buena parte de lo que paga el consumidor final por estos servicios. Cada vez son más voces, desde la calle y las instituciones, las que denuncian la situación en la que se encuentra el ciudadano ante la subida de los precios de estos bienes básicos.
En el caso de la energía, apenas el 37% corresponde al coste de la misma que aplica la compañía de la luz. Tras la rebaja del IVA y otros impuestos, el Estado sigue cobrando directamente un 23% de la factura de la luz, una cuarta parte. A la que hay que añadir los costes regulados, también bajo su poder, que resultan casi un 40% de la factura total para pagar renovables o el déficit tarifario.
En cuanto a los combustibles, la materia prima apenas supone el 35% de lo que paga el cliente cuando llena el depósito. El 15% se va en la distribución y la mitad queda para el Estado a través de impuestos. Además de aplicar el 21% de IVA, la gasolina y el gasóleo soportan impuestos especiales como el de hidrocarburos, entre otros.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se mostraba contundente ante la actual escalada de precios en los combustibles, donde ha sugerido que el Gobierno tiene "mucho margen" para reducir los impuestos sobre los precios finales de la gasolina, que oscilan entre el 50% y el 55%.
Por su parte, el Círculo de Empresarios también abogaba por limitar los impuestos que gravan los productos energéticos, como los combustibles, en un contexto de incrementos de precios por la guerra en Ucrania, así como revisar el funcionamiento del mercado eléctrico mayorista.
Durante la presentación este lunes de su propuesta de reforma tributaria, el presidente del Círculo de Empresarios, Manual Pérez-Sala, ha señalado que "parece prudente" revisar la fiscalidad de los productos energéticos para que la subida en origen de los costes no tenga un efecto "multiplicador" en la recaudación vía impuestos.
"El Gobierno debe plantear una solución", ha reclamado Pérez-Sala que ha señalado al IVA y otros impuestos que gravan los carburantes para transporte.
Las peticiones coincidían con una huelga general convocada en el transporte con carácter indefinido por la Plataforma en Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional.
Su presidente, Manuel Hernández, resumía así la situación de los transportistas: “No podemos trabajar perdiendo dinero”, explicaba en redes sociales para justificar un paro que ha asegurado que se va a prolongar en el tiempo.
"El Gobierno se está forrando con el incremento de la luz y de la gasolina", afirmaba este lunes el futuro líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que pedía al Gobierno una rebaja de los impuestos.
“No podemos decirles a los españoles que bajen la calefacción y hagan un esfuerzo y que el Gobierno no baje los impuestos”, subrayaba en un acto en Baleares, “es urgente que actuemos”.
Desbordado por la situación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba “rebajas fiscales” sin especificar cuáles. Lo hacía en una entrevista para La Sexta, donde aseguraba que tenía “un plan” pero ponía ‘peros’ a su propia rebaja de impuestos: “Los españoles tienen que ser conscientes de que de poco vale rebajar los impuestos si seguimos teniendo un mercado energético disfuncional”.