El Parlamento alemán, a iniciativa de la coalición de Gobierno, aprobó este jueves retirar parte de los privilegios de los que goza Gerhard Schröder, canciller de Alemania entre 1998 y 2005, por sus vínculos con Rusia.
Tras la decisión del Bundestag, Schröder ha informado de que abandonará la presidencia del consejo de administración de la mayor petrolera de Rusia, Rosneft, tras haber sido muy criticado por no romper sus vínculos con Putin
Schröder, contratado como lobista por la empresa rusa gasística Gazprom, es también presidente del comité de accionistas de Nord Stream AG -gaseoducto entre Rusia y Alemania son licencia para operar.
La mayoría de antiguos altos cargos europeos con puestos en grandes empresas rusas dimitieron a raíz de la invasión. Sin embargo, Schröder llegó a declarar en The New York Times que sólo renunciaría si Rusia dejara de suministrar gas a Alemania.
De momento, con la decisión del Parlamento se le retiran los derechos a tener una oficina en el Bundestag, con el personal y el chófer asociado a ello. Aunque está sin uso después de que el personal público renunciara a trabajar en ella y solicitara el tralado a otras dependencias tras la invasión y el comportamiento del que hasta entonces era su responsable. Su protección policial y la pensión como excanciller se mantienen.
El año pasado, los gastos en personal y viajes de los empleados de la oficina del excanciller ascendieron a casi 419.000 euros, cifra que no incluye los costes de los espacios de oficina y de equipamiento de las mismas.