Las abandonadoras es un libro que ofrece una interesante reflexión sobre la maternidad y sus claroscuros. Por fin se empieza a hablar -y plasmar por escrito, claro-, sobre el tema desde una perspectiva alejada de la visión idílica. La maternidad es mucho más que un concepto de amor y entrega. Begoña Gómez Urzaiz indaga en esas sombras, desde una aproximación muy personal, en que desgrana la cercanía de su propia realidad, para ir y venir por historias de madres abandonadoras reales, pero también de otras literarias y cinematográficas.
Es decir, quiere mostrar una gran diversidad de tipologías de madres abandonadoras, y parece hacerlo como si fuera un catálogo. En realidad, catálogo no es, por aquello de que no es una lista ordenada, como caracteriza la RAE que debe ser; no es tampoco exhaustiva, añadiría yo.
El formato del libro es el de un gran reportaje periodístico, en el que la autora se propone como gran implicada, porque es una reflexión a partir de su contacto con la vida. Es un texto que indaga en las causas que pueden provocar el abandono por parte de las madres, y que repara en las consecuencias que ello produce, o más bien en la culpa con que se vive.
Las abandonadoras es un libro repleto de reflexiones y análisis muy interesantes, valientes y audaces, sobre la maternidad y nuestros propios sentimientos: cómo nos sentimos las madres y cómo nos contrasta la sociedad. Siempre, siempre, la culpa como gran trasfondo. La propia, la interiorizada después de siglos de pensamiento por los que una madre que no atiende a sus hijos es una madre desnaturalizada; pero también la de los pequeños sinsabores de la vida cotidiana, en que ser madre y no querer dejar de ser mujer y profesional y persona se convierte en algo muy complicado, muy lleno de culpabilidad. Propia, ya digo, pero también vertida por el mundo sobre las madres.
Un primer paso para el cambio de paradigma es hablar, mostrar la realidad, enfrentarla. Eso es lo que hace Begoña Gómez Urzaiz. El esquema de su propuesta es muy directo. Entra a saco en el tema, a partir de la inicial presentación «¿Qué clase de madre abandona a su hijo?», y con capítulos como «Malas madres bien y malas madres mal», en que define su postura y sus indagaciones. A partir de ahí, prosigue dedicando capítulos a las historias de madres abandonadoras, madres creadoras como Muriel Spark, Gala Dalí, Ingrid Bergman, Doris Lessing o Maria Montessori y Mercè Rodoreda, a quienes deja para el final. En medio, la plasmación en la literatura, a través de personajes literarios (muchas veces vistos por la pluma de un hombre) o cinematográficos. Algo que no puedo entender es que dedique un capítulo a Meryl Streep, auténtica especialista en dar vida como actriz a diversas madres abandonadoras, pero a la que no corresponde esa característica en su vida real (¿no se estará creando confusión?).
Ofrece una relación tipológica de madres que, aunque son muy habituales, no corresponden al estereotipo de madre que se menciona en los papeles, y eso está muy bien; aunque a la vez me parece desafortunada la mezcolanza de procedencias, de menciones (reales o literarias) y muy irregular el transcurso de la narración. Semeja la suma de reportajes varios con el añadido de las consideraciones que los envuelven. Contiene planteamientos ciertamente muy interesantes, y reflexiones necesarias, una muy buena bibliografía y apuntes suficientes para seguir tirando del hilo. Sin embargo, en su conjunto no me parece un libro logrado.