El Banco de Inglaterra subió este jueves los tipos de interés en el Reino Unido del 1,25 % al 1,75 %, el nivel más alto desde diciembre de 2008, debido al continuo incremento de la inflación interanual, que está en el 9,4 %.
El incremento, ampliamente esperado por los analistas, responde al alza de los precios por la reactivación económica tras la pandemia, la guerra en Ucrania y el alza del coste de la energía.
Al término de su reunión, el Comité de Política Monetaria del banco emisor inglés optó por este nuevo incremento, mientras que la entidad alertó de una prolongada recesión en el Reino Unido.
El comité, integrado por nueve miembros, votó ocho a uno a favor del incremento del precio del dinero al 1,75 %.
Según informó la entidad inglesa, el comité -cuyo objetivo es mantener la inflación en torno al 2 %- consideró que estaba "justificada" una medida contundente por los precios de la energía.
"En general, un ritmo más rápido de endurecimiento de las políticas en esta reunión ayudaría a llevar la inflación de regreso al objetivo del 2% de manera sostenible en el mediano plazo, y a reducir los riesgos de un ciclo de endurecimiento más extenso y costoso más adelante", agregó el Banco.
La entidad subrayó que los precios mayoristas del gas se han duplicado prácticamente desde mayo, debido a la decisión de Rusia de restringir el suministro de gas en Europa y el riesgo de más restricciones.
"A medida que esto se traslade a los precios minoristas de la energía, exacerbará la caída de los ingresos reales de los hogares del Reino Unido y aumentará aún más la inflación", agrega.
Asimismo, el banco pronostica un mayor incremento de la inflación, que puede trepar al 13 % en el último trimestre del año y que se mantenga en niveles elevados durante 2023, aunque se espera que después tienda a la baja.
La entidad proyecta que el Reino Unido entre en una larga recesión -que puede prolongarse más de un año- a partir del último trimestre, mientras que estima que los ingresos reales de los hogares caigan rápidamente este año y en 2023.
El aumento de los tipos se conoció después de que el regulador del sector energético británico, Ofgem, informase hoy de que las facturas de la energía cambiarán cada tres meses, a fin de evitar fuertes choques en los precios.
Actualmente, el precio tope que las compañías energéticas están autorizadas a cobrar a sus clientes se fija cada seis meses, pero la modificación responde a la actual variación de los precios.
En octubre de 2021, el límite del precio energético estaba en 1.400 libras (1.666 euros) anuales, pero el pasado abril subió a 1.971 libras (2.345). Se espera que este octubre el precio trepe a 3.358 libras (3.996 euros).