La rebelión de las futbolistas, el enésimo escándalo de Luis Rubiales

Los incendios en la casa de Luis Rubiales, la Real Federación Española de fútbol, no solo no se apagan sino que los focos se siguen reproduciendo.

El máximo mandatario del fútbol español se enfrenta ahora al cisma en la selección femenina, donde quince jugadoras han renunciado a vestir la camiseta mientras “no se revierta” una situación que afecta “de manera importante” en su “estado emocional y en su salud”, según reza el correo filtrado que enviaron a la vez.

La RFEF no tardó en responder y, tras dejar caer una posible sanción por no acudir a una convocatoria nacional, aseguró que no tomaría esa decisión y que solo contará “con jugadoras comprometidas aunque tengan que ser juveniles”. Además, especificó que las quince firmantes sólo volverán a jugar “si asumen su error y piden perdón”.

La contrarréplica de las jugadoras no se hizo esperar, y estas, incluyendo ahora a la vigente ganadora del Balón de Oro, Alexia Putellas, atacaron a la Federación por hacer pública “de manera parcial e interesada” su correo comunitario.

Explican que no renuncian a jugar en la Selección sino que no quieren ser convocadas “hasta que no se reviertan situaciones que afectan a su estado emocional y personal”.

Esa situación se mantiene como el gran misterio de todo el asunto. Ni jugadoras ni Federación mencionan de forma explícita la causa primordial de esta nueva guerra, que aún tiene capítulos por desarrollar.

Un nuevo escándalo que sumar a la lista de Rubiales

Desde que llegara al cargo de presidente de la RFEF en 2018, Luis Rubiales ha ido de polémica en polémica. Incluso desde sus primeros días al frente, cuando despidió de manera fulminante a Julen Lopetegui días antes del Mundial de Rusia después de conocerse su futuro fichaje por el Real Madrid.

Una polémica deportiva que al igual que sus enfrentamientos públicos y notorios con LaLiga y su presidente, Javier Tebas, en perspectiva, palidecen ante el maremágnum de escándalos que se han sucedido desde entonces.

Llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí, en aras de “mejorar la situación de la mujer allí”, desveló un trasfondo de comisiones millonarias con Gerard Piqué y su empresa Kosmos.

Un Piqué que se embolsó 24 millones de euros por negociar para la Federación en la que tiene ficha como jugador en activo del FC Barcelona. Una coincidencia que llevó a Rubiales a modificar a posteriori el reglamento de la Federación para no verse comprometido.

"Yo soy un tipo normal, de Motril. No fumo, no bebo, pero yo no puedo garantizar que en el día de mañana no me vayan a meter un saco de cocaína en el maletero". Esta fue una de las perlas que soltó en la rueda de prensa que dio Rubiales para defenderse de las informaciones sobre la Supercopa.

De las comisiones se pasó también a las ventajas de ser presidente. Como tener pagado el alquiler de un piso de lujo en Madrid a cuenta de la Federación pese a estar censado en la capital o un viaje de placer a Nueva York con los gastos cubiertos.

Ten cerca a tus amigos pero más cerca aún a tus enemigos. Un dicho popular que ha servido a Luis Rubiales como lei motiv como presidente.

Así lo comprobó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando se hicieron públicas las conversaciones de WhatsApp en las que Rubiales le rogaba que interviniera para frenar al TAD y el CSD sobre una posible anulación de las elecciones en las que fue reelegido, amenazando con dejar a España sin Mundial incluso.

Y también David Aganzo, su sucesor al frente del sindicato de futbolistas AFE, al que mandó espiar para forzar su dimisión cuando este despidió a dos empleados que actuaban de informadores para el presidente de la RFEF.

Como verso libre, Juan Rubiales, tío del presidente y jefe de gabinete de la Federación hasta el 1 de julio, cuando fue despedido después de que declarara en sede judicial el 30 de mayo contra su sobrino. Las guerras abiertas ya derramaban la sangre familiar.

Juan Rubiales había sido apartado del poder los últimos años, vagaba por los pasillos de la Federación ya lejos de los tejemanejes del despacho de su sobrino, del que actuaba como fiel protector hasta entonces. Pero el frío en la relación se tornó en venganza. Primero, una denuncia por acoso psicológico en el trabajo que acabó en la declaración ante el fiscal el 30 de mayo que derivó en su despido.

De trasfondo, la posible sospecha de que Juan Rubiales fue el que filtró los audios a El Confidencial que se transformaron en un escándalo tras otro. La RFEF respondió con una denuncia por revelación de secretosy obtención de información de manera ilegal.

De aquella declaración del 30 de mayo llega ahora el penúltimo escándalo. Como desvela El Mundo, el tío Juan llegó a decir entonces que su sobrino, Luis Rubiales, celebró a principios de 2020 una fiesta en Salobreña a cuenta de la Federación en la que se invitó “a un grupo de ocho o diez chicas jóvenes”. Acusaciones “rotundamente falsas”, como se ha apresurado a asegurar la RFEF al periódico que dio la exclusiva.