El telescopio James Webb continúa dando alegrías a la comundiad dientífica. En esta ocasión un equipo de astrónomos canadienses se ha valido de esta potentísima herramienta para identificar los cúmulos más lejanos jamás observados, verdaderas reliquias que contienen las primeras y más antiguas estrellas del universo.
En la imagen del primer campo profundo de Webb, finamente detallada, los investigadores se concentraron en lo que llamaron "la galaxia Sparkler", que se encuentra a 9.000 millones de años luz de distancia. Esta galaxia obtuvo su nombre por los objetos compactos que aparecen como pequeños puntos amarillos y rojos que la rodean, a los que los investigadores se refieren como "destellos".
El equipo postuló que estos destellos podrían ser cúmulos jóvenes que forman activamente estrellas, nacidos 3.000 millones de años después del Big Bang en el pico de la formación estelar, o cúmulos globulares viejos. Los cúmulos globulares son colecciones antiguas de estrellas de la infancia de una galaxia y contienen pistas sobre sus primeras fases de formación y crecimiento.
Se sabe que la galaxia de la Vía Láctea tiene alrededor de 150 cúmulos globulares, pero no se comprende bien cómo y cuándo se formaron exactamente estos densos cúmulos de estrellas. Los astrónomos saben que los cúmulos globulares pueden ser extremadamente antiguos, pero es increíblemente difícil medir sus edades. El uso de cúmulos globulares muy distantes para fechar la edad de las primeras estrellas en galaxias distantes no se ha hecho antes y solo es posible con JWST.
"El James Webb se construyó para encontrar las primeras estrellas y galaxias y para ayudarnos a comprender los orígenes de la complejidad en el universo, como los elementos químicos y los componentes básicos de la vida", dice Lamiya Mowla, investigadora postdoctoral en el Instituto Dunlap de Astronomía y Astrofísica y coautora principal del estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters.
"Estos cúmulos recién identificados se formaron cerca de la primera vez que fue posible formar estrellas", dice Mowla. “Debido a que la galaxia Sparkler está mucho más lejos que nuestra propia Vía Láctea, es más fácil determinar las edades de sus cúmulos globulares. Estamos observando la bengala tal como era hace nueve mil millones de años, cuando el universo tenía solo cuatro mil quinientos millones de años, observando algo que sucedió hace mucho tiempo. Piense en ello como adivinar la edad de una persona en función de su apariencia: es fácil notar la diferencia entre un niño de cinco y 10 años, pero difícil notar la diferencia entre uno de 50 y 55 años".
Hasta ahora, los astrónomos no podían ver los objetos compactos circundantes de la galaxia Sparkler con el Telescopio Espacial Hubble. Esto cambió con la mayor resolución y sensibilidad de JWST, revelando los pequeños puntos que rodean la galaxia por primera vez en la primera imagen de campo profundo de Webb. La galaxia Sparkler es especial porque se magnifica por un factor de 100 debido a un efecto llamado lente gravitacional, donde el cúmulo de galaxias SMACS 0723 en primer plano distorsiona lo que hay detrás, como una lupa gigante. Además, las lentes gravitacionales producen tres imágenes separadas de Sparkler, lo que permite a los astrónomos estudiar la galaxia con mayor detalle.