En un excelente informe aparecido en La Razón, Javier de Antonio publica unas cifras de resultados incontestables...
En un excelente informe aparecido en La Razón, Javier de Antonio publica unas cifras de resultados incontestables. El coste medio de las nuevas emisiones de deuda pública ha pasado en solo un año de -0,04% al 1,35 por ciento. A pesar de eso el Gobierno de Pedro Sánchez ha multiplicado por 10 la deuda, creando una situación gravísima que pagarán las próximas generaciones. El Gobierno se propone obtener este año una financiación para atender el gasto público desmesurado de 256.846 millones de euros. Emitió ya 70.000 millones de euros de endeudamiento neto y deberá hacer frente a los 186.000 millones de amortizaciones por los títulos de deuda que tiene en circulación. La carga de la deuda, según J. de Antonio se moverá en el entorno del 2,2% del PIB. La deuda actualmente en emisión se ha disparado en 2022 al 1,35% multiplicándose por más de 30 en solo 12 meses.
A Pedro Sánchez estas cifras le entran por un oído y le salen por el otro sin romper ni manchar sus propósitos: permanecer en el poder a costa de lo que sea. Su decisión parece clara: incrementar el desaforado gasto público y emplear todo el dinero que sea necesario para atraer votos populares en las elecciones generales que se celebrarán dentro de diez meses. Si nadie lo remedia, la deuda pública española rozará los dos billones que con los intereses correspondientes deberán sufragar las nuevas generaciones. Pedro Sánchez lo sabe y ha metido a España en el albañal porque su decisión está tomada: que tallen otros. Gastará lo que crea conveniente y si las urnas no le resultan favorables que sean sus sucesores los que se enfrenten con el gigante de una deuda desmesurada.
Según Javier de Antonio, el Gobierno no pretende controlar el que ya es el mayor gasto de la Historia y volverá a recurrir este año para la financiación que necesite al endeudamiento. Luego despilfarrará el dinero con fines electorales.