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INVESTIGACIÓN

El genoma de Beethoven revela que padecía hepatitis B cuando murió

Beethoven en 1823, año en que terminó su 'Novena sinfonía'. Retrato de Ferdinand Georg Waldmüller.
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Beethoven en 1823, año en que terminó su 'Novena sinfonía'. Retrato de Ferdinand Georg Waldmüller.
miércoles 22 de marzo de 2023, 16:29h

El genoma de Ludwig van Beethoven ha sido secuenciado por primera vez por un equipo internacional de científicos utilizando cinco mechones genéticamente coincidentes del cabello del conocido compositor.

La investigación, dirigida por la Universidad de Cambridge, el Centro Beethoven de San José y la Sociedad Estadounidense de Beethoven, KU Leuven, FamilyTreeDNA, el Hospital Universitario y la Universidad de Bonn y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, ha desvelado información importante sobre la salud del compositor y plantea nuevas preguntas sobre la causa de su muerte.

En 1802, Beethoven pidió a su médico que describiera su enfermedad e hiciera público este registro. La salud del gran hombre y la causa de su muerte se han debatido desde entonces, pero sin el beneficio de la investigación genética.

Esta nueva investigación, publicada en Current Biology, muestra que el ADN de cinco mechones de cabello, todos de sus últimos siete años de vida, se originan en un solo individuo que coincide con la ascendencia documentada del compositor. Al combinar datos genéticos con historias de procedencia examinadas de cerca, los investigadores han concluido que estos cinco candados son "casi con certeza auténticos".

El objetivo principal del estudio es arrojar luz sobre los problemas de salud de Beethoven, que incluyen la pérdida auditiva progresiva, que comenzó a los 20 años y finalmente lo llevó a ser funcionalmente sordo en 1818. El equipo también investigó las posibles causas genéticas de la audición crónica de Beethoven, sus problemas gastrointestinales y una grave enfermedad hepática que culminó con su muerte en 1827.

A partir de sus años en Bonn, el compositor sufrió problemas gastrointestinales “espantosos”, que continuaron y empeoraron en Viena. En el verano de 1821, Beethoven tuvo el primero de al menos dos ataques de ictericia, un síntoma de enfermedad hepática. Durante mucho tiempo se ha considerado que la cirrosis es la causa más probable de su muerte a los 56 años.

Pese a que el equipo científico no pudo encontrar una causa definitiva de la sordera o los problemas gastrointestinales de Beethoven, sí descubrió una serie de factores de riesgo genéticos significativos para la enfermedad hepática. También encontraron evidencia de una infección con el virus de la hepatitis B como máximo en los meses anteriores a la última enfermedad del compositor.

“Podemos suponer por los 'libros de conversación' de Beethoven, que utilizó durante la última década de su vida, que su consumo de alcohol era muy regular, aunque es difícil estimar los volúmenes consumidos. Si bien la mayoría de sus contemporáneos afirman que su consumo fue moderado según los estándares vieneses de principios del siglo XIX, no hay un acuerdo total entre estas fuentes, y es probable que esto equivalga a cantidades de alcohol que hoy se sabe que son dañinas para el hígado. Si su consumo de alcohol fue lo suficientemente fuerte durante un período de tiempo suficientemente largo, la interacción con sus factores de riesgo genéticos presenta una posible explicación para su cirrosis”, explica el autor principal, Tristan Begg, de la Universidad de Cambridge.

El equipo de investigación también sugiere que la infección por hepatitis B de Beethoven podría haber provocado la grave enfermedad hepática del compositor, exacerbada por el citado consumo de alcohol y el riesgo genético. Sin embargo, los científicos advierten de que la naturaleza y el momento de esta infección no se pueden determinar actualmente.

La pérdida de audición de Beethoven se ha relacionado con varias causas potenciales, entre ellas enfermedades con diversos grados de contribución genética. No obstante, la investigación de las muestras de cabello autenticadas no reveló un origen genético simple de la pérdida auditiva.

“Aunque no se pudo identificar una base genética clara para la pérdida auditiva de Beethoven, los científicos señala que tal escenario no se puede descartar estrictamente. Los datos de referencia, que son obligatorios para interpretar genomas individuales, están mejorando constantemente. Por lo tanto, es posible que el genoma de Beethoven revele pistas sobre la causa de su pérdida auditiva en el futuro”, comenta Axel Schmidt del Instituto de Genética Humana del Hospital Universitario de Bonn.

Resultó imposible encontrar una explicación genética para las molestias gastrointestinales de Beethoven, pero los investigadores argumentan que la enfermedad celíaca y la intolerancia a la lactosa son muy poco probables según los datos genómicos. También se descubrió que Beethoven tenía un cierto grado de protección genética contra el riesgo de síndrome del colón irritable (SII), a menudo sospechado como una causa, lo que hace que esta sea una explicación menos plausible.

“No podemos decir definitivamente qué mató a Beethoven, pero ahora al menos podemos confirmar la presencia de un riesgo hereditario significativo y una infección con el virus de la hepatitis B”, indica Johannes Krause, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva. "También podemos eliminar varias otras causas genéticas menos plausibles".

"Teniendo en cuenta el historial médico conocido, es muy probable que haya sido una combinación de estos tres factores, incluido su consumo de alcohol, actuando en conjunto, pero las investigaciones futuras tendrán que aclarar hasta qué punto estuvo involucrado cada factor", agrega Bregg.

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