Liderado por la dupla brasileña Vinicius - Rodrygo, el equipo de Ancelotti conquista el título copero nueve años después tras vencer a Osasuna por 2-1. La Cartuja.
El Real Madrid ha vuelto a conquistar este sábado la Copa del Rey nueve años después, la 20ª de su historia, tras imponerse a Osasuna por 2-1 con un doblete de un estelar Rodrygo Goes.
En la segunda final de su historia, el cuadro rojillo volvió a caer por 2-1. En 2005 fue ante el Betis y esta noche ante el conjunto blanco que llegará con la moral por las nubes para afrontar la ida de las semifinales de la Liga de Campeones frente al Manchester City.
Rodrygo puso los goles y Vinicius el desequilibrio, zafándose una y otra vez de su pareja de baile, Moncayola. El conjunto de Jagoba Arrasate, que empató la final con el latigazo de Lucas Torró desde el pico del área, se quedó muy cerca de levantar el primer título de su historia. En esta competición, es la séptima derrota que encadena frente al elenco madridista que suma su tercer título de la temporada junto a la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes.
Vinicus lidera al Real Madrid en su inicio inmejorable
El Real Madrid no pudo tener mejor comienzo en la final. Tras una posesión larga, Vinicius aceleró, regateó a Rubén Peña y Moncayola con mucha clase, penetró dentro del área y asistió a un Rodrygo que batió de primeras a Sergio Herrera. El conjunto de Ancelotti golpeaba en su primer acercamiento en el minuto 2.
El tanto acrecentó el dominio del actual campeón de LaLiga, que presentaba la novedad de Tchouaméni en lugar de Luka Modric, que finalmente pudo ser convocado para la final copera al superar sus molestias físicas y esperaba su oportunidad desde el banquillo. Por parte rojilla, Aimar Oroz era la principal cara nueva del once de Arrasate con Chimy Ávila esperando su oportunidad en el banco de suplentes.

Osasuna, que ha anotado ocho goles de cabeza en la competición liguera, protagonizó sus tres primeras llegadas con centros al área: tres cabezazos de Aridane, Budimir y Oroz que salieron mansos directos a las manos de Courtois. Los tres centros laterales llegaron desde el sector derecho atacando el lateral que ocupaba el polivante Camavinga.
Tras estos acercamientos, la posesión del balón estaba dividida. El elenco pamplonés optaba por cambiar de perfil para sus centros laterales que eran despejados por la zaga blanca. El Real Madrid, que superaba la intensa presión visitante, combinaba posesiones largas con un juego vertical en el que Vinicius era su principal agitador. El brasileño estaba consiguiendo ganarle la partida a Moncayola.
Los de Arrasate intentaban aproximarse al área tocando el balón, pero le costaba mucho ante el buen posicionamiento merengue y su rápido repliegue. El envite transcurrió varios minutos sin ocasiones manifiestas de gol. El Madrid tenía más tiempo el esférico y Osasuna, que empezó con un 4-4-2 defensivo y cambió a un 4-5-1, movía la pelota más lejos del área blanca.
Vinicius seguía siendo una pesadilla para Moncayola y le causó la tarjeta amarilla al marcharse del lateral que tuvo que frenar al brasileño con un agarrón. Sin brillo en su juego asociativo, el conjunto navarrro, con una media de 16 centros al área por encuentro, volvía a amenazar a Courtois con un centro que conectó Budimir y se marchó desviado.
Los de Ancelotti replicaron con una clarísima oportunidad de gol, de nuevo por el flanco de un eléctrico 'Vini'. El extremo se marchó de Moncayola, su centro raso no lo pudo rematar Rodrygo y Benzema recogió el balón muerto para culminar la llegada con un golpeo raso que obligó a Herrera hacer un paradón. Osasuna respondió con una contra en la que Abde le ganó el pulso a Alaba, el extremo marroquí superó al meta belga con una sutil vaselina que no supuso por poco el empate rojillo al despejar cerca de la línea de gol un providencial Carvajal.
Tras las dos ocasiones, el cuadro blanco volvió a dominar el encuentro. El club pamplonés juntaba sus líneas para dificultar la circulación de un Madrid que encontraba con mucha facilidad a su jugador más desequilibrante, Vinicius Junior. Su compatriota, Rodrygo, ocasionó una falta peligrosa al ser derribado por David García en la frontal del área. Un lanzamiento directo ejecutado por Alaba que sólo el travesaño impidió que entrase en la portería visitante. En la siguiente ocasión, 'Vini' estuvo muy cerca de rubricar su gran final con un disparo enroscado que salió muy cerca de la escuadra izquierda navarra. Camavinga amplió las aproximaciones seguidas del combinado madrileño con dos tiros desviados.
El equipo de Arrasate no era capaz de tener continuidad con su juego combinativo. La presión de su rival, su imprecisión a la hora de dar pases y sus problemas para encontrar espacios en la zona de tres cuartos impedían someter a su adversario. El Madrid, experto en liquidar partidos al contragolpe, dio su primer aviso a Osasuna con una transición rápida en la que Vinicius reclamó penalti, no lo consideró así Sánchez Martínez, David García le recriminó su "piscinazo" y el brasileño se encaró con el capitán rojillo. Tras este lance, algunos aficionados visitantes gritaron: "Vinicius muérete". El '20' madridista también tuvo un roce con Peña y, al protestar una acción del colegiado murciano por no señalar una falta a Rodrygo, el brasileño terminó viendo la cartulina amarilla. Cánticos de "tonto" se escucharon por parte de algunos aficionados de Osasuna.
Vinicius acaparó el tramo final del primer periodo en el que el Real Madrid fue superior ante un Club Atlético Osasuna que iba a ráfagas y resistió al dominio blanco. Los de Arrasate, que para llegar a la segunda final de su historia tuvo que disputar cuatro prórrogas, con tanda de penaltis incluida para tumbar al Betis, seguía vivo al caer por la mínima.
Rodrygo se doctora en La Cartuja
El inicio del segundo periodo fue táctico. Ambos conjuntos buscaban ser protagonistas con el cuero. Las posesiones posicionales de los dos equipos fue interrumpida por un pase al espacio de Vinicius a Camavinga que cedió la pelota a Benzema y el francés, que no marca un gol a Osasuna desde el 9 de enero de 2014, no acertó al salir su disparo por arriba. El Real Madrid tenía claro cómo hacer daño a su adversario: con pases a la espalda de los laterales rojillos: Rodrygo, que con espacios ya noqueó al Chelsea en Stamford Bridge, se marchó de Juan Cruz y su centro dirigido al actual Balón de Oro fue defendido al instante por la zaga navarra.
El conjunto de Arrasate volvía a tener dificultades para romper líneas. Sus posesiones, lejos de la puerta de Courtois, estaban bajo control de un Madrid que no se descomponía y seguía bien plantado en su terreno de juego.El principal agitador de Osasuna, Ez Abde, salvo su clara ocasión, no estaba siendo protagonista en los ataques de su equipo y no lograba marcharse de Carvajal. Precisamente, por el extremo izquierdo se originó la diana del empate. El centro del jugador marroquí fue rechazado por el cuadro blanco y el balón quedó muerto en el pico del área para que Lucas Torró superase a Courtois con un latigazo ajustado al palo derecho del guardameta belga. Un gol que encendió a la afición rojilla que no paraba de animar a su equipo.
El club blanco quiso recomponerse de inmediato. Generó una llegada peligrosa minutos después que culminó Valverde sin éxito al no precisar con su volea. Los de Ancelotti se adueñaron del esférico y su rival viraba a un 5-4-1 defensivo para cerrar los espacios al actual campeón de LaLiga. El atasco ofensivo blanco animaba a la afición de Osasuna que creía en la remontada. Se escucharon cánticos para el principal artífice de este proyecto: Jagoba Arrasate.
Ambos finalistas hicieron sus primeros cambios a la vez: por parte del Madrid entró Rüdiger sustituyendo a Tchoaméni y en el lado visitante Chimy Ávila reemplazó a Budimir. Con los dos jugadores en el verde, el cuadro de Ancelotti volvió a adelantarse en la final. Rodrygo estuvo ágil recogiendo un disparo repelido por la zaga navarra y anotó su particular doblete con un tiro cruzado dentro del área. Un gol que despertó a su afición y era la que predominaba en el duelo de aficiones.
Los de Arrasate asumieron riesgos en busca de su segundo empate en la final. El Real Madrid aprovechó los espacios para lanzar un contragolpe en el que Vinicius se quedó próximo a plantarse en un mano a mano con Herrera. El técnico visitante renovó sus bandas con una doble permuta: Peña y Abde se marcharon para que entrasen Barja y Rubén García.
Aún asimilando el segundo tanto de Rodrygo, la escuadra madridista estuvo cerca de rematar la final con un testarazo de Alaba que salió cerca de la portería navarra. Osasuna recurrió a sus centros laterales para nivelar el choque. En el 82', Ancelotti sacó a Kroos, que estaba a pocos minutos de conquistar el único título que le faltaba en su brillante palmáres, por Modric causando la sonora ovación de los aficionados madridistas. Arrasate agotó los cambios metiendo a Kike García y Pablo Ibáñez, el héroe que silenció San Mamés en la vuelta de semifinales ante el Athletic, Antes de que entrasen sendos jugadores, el Madrid, que seguía sin cerrar el envite, se acercó de nuevo a la portería rojilla con un remate de cabeza de Rüdiger que se fue por alto.
El técnico italiano hizo su tercera permuta sacando al protagonista de la noche, Rodrygo Goes, para dar entrada a Asensio. Osasuna apretó en los instantes finales, incluso Barja tuvo una ocasión franca que fue frenada a tiempo por Carvajal dentro del área chica. Sin sentenciar la final, la solidez defensiva bastó al Real Madrid para salir triunfador de Sevilla con su vigésima Copa del Rey, la de las remontadas, con la que Benzema igualó a Marcelo como los jugadores más laureados de la historia del club madrileño con 25 títulos. En 2014 ya ganó el 'doblete' Copa - Champions. Por aquel entonces dirigía Ancelotti, como en esta campaña. El martes deberá dar el primer paso para clasificarse a su segunda final seguida ante el Manchester City de Erling Haaland.
Ficha técnica
2 - Real Madrid: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Camavinga; Tchouaméni (Rüdiger, m.69), Kroos (Modric, m.82), Fede Valverde; Rodrygo (Asensio, m.89), Vinícius Junior y Benzema.
1 - Osasuna: Sergio Herrera; Moncayola, Aridane, David García, Juan Cruz; Rubén Peña (Rubén García, m.75), Torró (Kike García, m.86), Aimar Oroz, Moi Gómez (Pablo Ibáñez, m.86), Abde (Kike Barja, m.75); y Budimir (Chimy Ávila, m.69).
Goles: 1-0, M.02: Rodrygo. 1-1, M.58: Torró. 2-1, M.70: Rodrygo.
Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité Murciano). Amonestó a los osasunistas Moncayola (m.20), David García (m.37), Kike Barja (m.83) e Ibáñez (m.94) y a los madridistas Militao (m.41), Vinícius (m.45), Camavinga, m.74) y Valverde (m.90) y Courtois (m.94).
Incidencias: Final de la Copa del Rey disputada en el estadio de La Cartuja, en Sevilla, ante algo más de cincuenta mil espectadores. Presidió el partido Felipe VI.