Zapatero se pliega a papá Obama

Me da mucho miedo pensar que nuestro presidente Zapatero se vaya a plegar a todos y cada uno de los deseos que proponga su homónimo estadounidense Obama: “hay que apoyarle en su tarea porque cuanto más fuerte se sienta, representará, sin duda, resultados positivos para el mundo".

¿Será tarde para recomendarle que tenga cuidado con no caer en los mismos “errores” que le criticó a su antecesor Aznar?

Digo esto, más que nada, por el optimismo antropológico universal mostrado una vez más por nuestro jefe del Ejecutivo, que espera que el nuevo líder mundial arregle los problemas de todos y cada uno de los mortales. Que a usted le duele un juanete, no se preocupe, dígale a ZP que hable con su “amiguísimo” Barack Hussein para que éste, gran pedicuro, en un gesto conciliador y de talante, le repare sin demora sus dolencias en los pies.

Esto que ustedes se pueden tomar a broma –lo es– alcanza un carácter más serio cuando de Afganistán se trata. En ese país mueren personas. España, en los últimos casi 5 años, está –actores y músicos especialmente– “muy en contra” de todo lo que tenga que ver con operaciones beligerantes. Seguro que se acuerdan de ese eslogan con letras sanguinolentas sobre un fondo negro que decía “No a la guerra”.

Lo siento, pero Obama está condenado a defraudar. No va a poder –ni querer– satisfacer las expectativas de medio mundo. Quiere más soldados en Afganistán y no deja de insistir en la necesidad de reforzar la presencia de la OTAN en la zona para combatir a los talibanes. Zapatero, lejos de rechazarlo –cosa que habría hecho con Bush– ahora habla del “poder de las ideas por encima de la fuerza, aun sin renunciar a ella".

No dejan de ser curiosos estos cambios de criterio sobre cuestiones que podrían parecer vitales en los planteamientos morales de un presidente y de una parte de la ciudadanía. Sí, de la ciudadanía también. Me llama la atención de manera notable que desde Defensa se apruebe un incremento del envío de tropas y una mayoría de españoles –según Financial Times– se muestre ahora de acuerdo con reforzar el contingente en Afganistán.

Por cierto, la de Barack Hussein es una medida que no respaldan los votantes en Reino Unido, Francia, Italia y Alemania. Aquí en España estamos encantados (de haber conocido a Obama). Me sorprendería que el presidente Zapatero esté pensando en desligarse de sus “socios” en la UE ahora que se lleva tan bien con Sarkozy. ¿Será que le sobran los socios internacionales?

Y digo yo: ¿Le quedará claro a nuestro presidente que Barack Hussein primero pensará en los intereses de EEUU y luego en el resto del mundo? ¿Con qué intención está Zapatero haciendo recaer sobre los hombros de Obama unas responsabilidades que no le corresponden? ¿Se trata de un exceso de optimismo de ZP –uno más– o será la nueva excusa de los males de España?

Por otra parte, el nuevo presidente de EEUU lo dejó muy claro: “No vamos a pedir perdón por nuestro estilo de vida, ni vamos a vacilar en su defensa”.

Y sigo diciendo yo sorprendido: ¿Va a ser ahora Zapatero proclive al “American way of life”? ¿Ha dejado la izquierda española de ser antiamericana?

Menos Obama, menos cuento de la lechera y más trabajar en lo nuestro, que no va precisamente bien. ¡Si tenemos que esperar a que los de fuera solucionen nuestros problemas estamos listos!