Sueldos obscenos
jueves 18 de junio de 2009, 22:38h
Otro tema que me hace hervir la sangre y me da ganas de vomitar: los sueldos obscenos de los políticos. ¿Cómo es posible que en las democracias los políticos y los altos cargos se hayan puesto unos sueldos tan astronómicos y tan alejados de aquéllos de los mortales comunes?
Me cuesta comprender que a un actor de Hollywood le paguen tantos millones de dólares por una película, pero se puede aceptar porque el cine es un negocio, y ese actor consigue provocar ganancias de millones de dólares, por lo cual la película misma genera el dinero para pagar los sueldos astronómicos; pero que a mí como contribuyente me obliguen a participar en el pago de sueldos astronómicos a los políticos me parece un robo, una indecencia y un delito. Ningún político se merece ganar 100.000 euros anuales, ni siquiera 60.000€ (además, la mayoría son unos ineptos y unos corruptos putrefactos); un hombre decente y una mujer decente nunca aceptarían un sueldo así. Pero no sólo aceptan un sueldo obsceno, sino que encima usan sus influencias y su posición de poder para hacer negocios por lo bajini, y muchos roban descaradamente sin parar desde el primer día hasta el último de su cargo; en nada se diferencian del poderoso gobernador romano de Condate Graco Ojoalvirus, (lean el cómic ‘Astérix en Helvecia’. ¿Quién dijo que nada se aprende de los comics?) Me gustaría ver las fiestecillas que se montan en sus palacios estos políticos innobles: ‘¡Allá voy! ¡Qué traigan tripas de jabalí fritas en grasa de uro!’ ‘¡Cómo nos mimas, divino Ojoalvirus!’
¡Qué asco! ¡Qué inmoralidad! Antes teníamos un rey que desangraba al pueblo, pero ahora con la modernidad y la maldita democracia de pacotilla, no sólo seguimos teniendo al rey y a su amplia familia desangrándonos (viviendo del cuento con todo el morro), sino que para colmo tenemos a un batallón de sanguijuelas que van de ‘servidores del pueblo’, vampirizándonos y sacándonos la sangre a los no-políticos. Me repugna hasta lo más hondo de mi ser. Ya mismo me voy a hacer ácrata y anarquista, y perderme en la selva para volverme una primitiva, porque el progreso me da asco y me avergüenza. Shame on you!