Zapatero, los pobres también votan
Javier Cámara
x
javiercamaraelimparciales/12/12/24
sábado 27 de junio de 2009, 19:39h
La Iglesia católica ha dado una pasada por la izquierda a este Gobierno que presume de "progre". Le ha metido un gol en el partido de las políticas sociales por toda la escuadra. El demoledor informe de Cáritas ha puesto en evidencia la falta de previsión de los servicios públicos a la hora de ayudar a todos aquellos –muchos, cada día más– que se han visto sorprendidos por una crisis que no les permite dar de comer a sus hijos.
Zapatero, que ha repetido hasta la saciedad que estaría siempre con los menos pudientes y que no iba a escatimar en políticas sociales a pesar de los malos tiempos económicos, debería reflexionar sobre si está haciendo lo suficiente. La labor de esa Iglesia a la que tanto ataca y que ha atendido en 2008 a 600.000 personas –de las que más de la mitad acudieron desde organismos públicos porque no tenían medios– ha dejado a esta Administración con las vergüenzas al aire.
Cáritas ha recordado que las peticiones de ayuda para alimentos y artículos básicos han aumentado en un 89,6 por ciento respecto a 2007. Igualmente, ha hecho ver que la demanda a este organismo de ayudas para hacer frente a alquileres o hipotecas –y no perder la vivienda– ha aumentado también en un 65,2 por ciento. Y todo esto con los mismos fondos públicos para ayudas básicas que en 2007, cuando no había crisis.
No estamos hablando de pobres mendigos o enfermos mentales que ya sabemos que por más oportunidades que se ofrezcan van a seguir en la calle. La triste realidad se presenta en la figura de familias jóvenes con niños, de parados recientes que han perdido sus prestaciones por desempleo –o están a punto de perderlas– y mujeres solas con cargas familiares. ¿Dónde ha quedado tanta promesa, tanta palabra bonita? Dime de qué presumes…
La crisis ha hecho que el número de personas que piden ayuda "básica para subsistir" se haya duplicado. Este Gobierno no ha hecho nada para evitarlo y ahora les habla de brotes verdes. Alguno se podría preguntar si esos brotes se pueden comer, pero no es cosa de hacer chistes con estas cosas, aunque irse a países lejanos donde los aviones se estropean con los mosquitos para dar una millonada de euros con la que está cayendo aquí en casa suena a cachondeo.
Y digo yo: ¿Dónde están ahora los de la crítica siempre fácil a la Iglesia católica, los que se echan las manos a la cabeza en cuanto algo huele a cura? ¿No decía Zapatero que iba a gobernar con una atención especial en los más necesitados? ¿Le reconocerá el presidente este trabajo a la Iglesia?
Uno puede no ir a misa, no ser católico, puede no tener simpatía por los obispos, no se tiene que estar de acuerdo con las posturas y creencias que sustentan esta creencia, pero no se puede negar una labor social que está salvando a un volumen muy importante de necesitados de este país. Sin hablar de la cantidad de dinero que está ahorrando al erario.
Señor presidente, ¿para cuándo un verdadero modelo de protección social? No se retrase mucho porque todavía queda mucho por pasar y la desesperación es peligrosa. No estamos hablando de bonitos discursos sobre políticas sociales, ni del anuncio de grandes y magníficas medidas, aquí se trata de ayudar, algo muy social y muy de la Iglesia también.
Haga algo, aunque sólo sea por interés electoral, que los pobres también votan.
Periodista
|
javiercamaraelimparciales/12/12/24
|