Avión, tren, coche, autobús... Los viajeros que son asiduos a desplazarse entre Madrid y Barcelona han experimentado cómo en poco más de año y medio la competitividad entre los distintos medios de transporte ha crecido de forma considerable, por lo que es posible desplazarse entre las dos capitales de forma fácil, rápida, y, a veces, barata. Por Guillermo Moratinos
Los servicios de transporte se han transformado aumentando la calidad, bajando los precios y descendiendo el tiempo de los trayectos y de las esperas.
Hasta febrero de 2008, el avión era el rey de los medios de transporte entre Madrid y Barcelona. Más del
53 por ciento de la cuota de mercado en estos trayectos era de su propiedad, mientras que el tren sólo disponía de una cuota de hasta el 10 por ciento.
En la actualidad,
el AVE supone el 47 por ciento de los desplazamientos y se espera que alcance el 51,7 por ciento este año, y el 57 por ciento en 2011.
En concreto, el
puente aéreo de Iberia era el responsable del 32,5 por ciento de los viajes en avión en 2008. Sin embargo, según las previsiones de la aerolínea, en 2009 Iberia retrocederá 7,8 puntos de la cuota de mercado, quedándose con el 24,7 por ciento de los viajes entre las ciudades.
Esto se debe a la puesta en marcha del AVE Madrid-Barcelona, una infraestructura muy esperada que está facilitando la conexión de las capitales con el resto de la Península y de Europa.
Por eso, Iberia, consciente de su posición, anunció la semana pasada un
descenso del 35 por ciento en los precios del puente aéreo. Así, comprando ida y vuelta los clientes de la aerolínea podrán desplazarse con una tarifa de 129 euros por trayecto.
Cada 20 minutos, los viajeros pueden coger uno de los vuelos del puente aéreo, con lo que un millón y medio de personas han pasado anualmente por este servicio, hasta la fecha.
Una de las novedades en este puente aéreo es la reducción del tiempo de desplazamiento. Desde el cambio a la nueva T1 del aeropuerto de El Prat, Iberia h
a minimizado el tiempo de viaje entre las dos ciudades en 10 minutos porque se ha reducido la distancia entre la terminal y la pista. A este tiempo hay que sumar los 50 minutos que dura el vuelo y el tiempo empleado en facturar y recoger el equipaje. Según la aerolínea, su nueva ubicación en el aeropuerto barcelonés ha producido un aumento de viajeros. En octubre, han viajado casi 3.000 pasajeros más.

El puente aéreo de Iberia cuenta con zonas específicas de facturación y salas de embarque propias en Barajas y El Prat. También dispone de
máquinas automáticas de autoventa y autofacturación exclusivas en el mismo aeropuerto, y un
control de seguridad único para sus clientes.
Además,
la tarjeta de embarque se puede descargar por el móvil y se puede acceder directamente al avión pasando la pantalla por la lectora digital. La compañía asegura, además, que la puntualidad de estos vuelos es del 97 por ciento.
Otra de las ventajas es que los billetes del puente aéreo son abiertos, por lo que los clientes pueden volar cuando lo deseen, eligiendo entre una oferta de 60 vuelos al día, y sin tener que pasar por ventanilla para realizar cambios. Además, también se pueden comprar billetes con reserva.
Spanair pierde la mitad de sus clientes, pero mantiene la cuota de mercadoTambién
Spanair ha tenido que hacer algunas modificaciones. Fuentes de la aerolínea reconocen que han perdido casi la mitad de sus clientes. Sin embargo, mantienen la cuota de mercado de los vuelos entre Madrid y Barcelona, que tenían antes de la puesta en marcha del AVE.
Los datos son claros. En enero de 2008, Spanair fletó más de 700 vuelos y obtuvo una cuota de mercado del 22 por ciento. Los datos se redujeron un año después cuando la compañía fletó la mitad de vuelos,
reduciendo su cuota de mercado hasta el 16 por ciento. A pesar de ello, los últimos datos de la compañía del mes de septiembre muestran que la aerolínea ha estabilizado el bajón que sufrió durante el primer año de AVE y
fletó más de 460 vuelos, siendo responsable del 18 por ciento de las rutas aéreas.
A pesar de ello, en Spanair son prudentes porque aunque reconocen que la idea es que
están llegando a la estabilización, no descartan sorpresas de última hora. Desde la aerolínea explican que los factores de estas cifras son la crisis, en primer lugar, y la puesta en marcha del AVE, como segundo motivo.
Desde Spanair han explicado a
EL IMPARCIAL que todas las compañías redujeron el número de secuencias. Ellos, en concreto, quitaron tres vuelos diarios al mediodía, que era la franja donde menos pasajeros usaban el avión.
Por último, han considerado que a diferencia del puente aéreo de Iberia, los billetes de Spanair no tienen un precio fijo, sino que
se mueven entre los 70 y los 200 euros, según la rapidez en comprarlo, las ofertas de la aerolínea y de coger los vuelos a horas con menos clientes.
Vueling dobla el número de clientesVueling es la única aerolínea que ha aumentado el número de pasajeros desde 2008, cuando tenía una cuota de mercado del 12 por ciento y transportó 410.000 clientes hasta
el 22 por ciento de cuota de mercado, con 490.000 pasajeros. Según la compañía, actualmente tiene una cuota de mercado del 26,9 por ciento de los vuelos, lo que la haría la aerolínea líder.
La compañía
low cost ofrece 12 vuelos diarios por sentido entre Madrid y Barcelona. Vueling ha aumentado un 20 por ciento el volumen de pasajeros transportados y casi ha doblado la cuota de mercado en la ruta desde la puesta en marcha del AVE a Barcelona.
El AVE se hace con el 47 por ciento de la cuota de mercado totalA la contra que las aerolíneas, la Alta Velocidad ha experimentado un crecimiento brutal. Desde febrero de 2008 y hasta junio de 2009, más de tres millones de pasajeros habían utilizado el AVE para desplazarse de la capital de España a la Ciudad Condal.
Estos datos suponen que en el primer aniversario de la línea
el número de clientes se ha incrementado un 206,4 por ciento respecto al año anterior. Aún así, en el primer semestre de 2009 el crecimiento fue menor y se situó en el
42,9 por ciento respecto a 2008.
En marzo de 2009 entraron en vigor dos nuevas tarifas de Renfe en este línea: la
"estrella", que ofrece descuentos del 40 por ciento, la
"web", que oferta una rebaja del 60 por ciento, y la
"última hora" por la que los billetes se podrán adquirir a través de Internet con
descuentos de hasta el 50% dentro de las 24 horas previas a la salida del tren.
Con esto, los billetes cuestan
un mínimo de 43,8 euros por trayecto en un AVE que no sea directo y que tenga el descuento “web”, 65,7 euros si la oferta es la “estrella” y 109,5 euros si no es posible acceder a ninguno de los descuentos.
El empujón definitivo lo dará la
nueva señalización RTMS, que permitirá al ferrocarril alcanzar la
velocidad máxima de 350 kilómetros por hora, frente a los 300 actuales, lo que reduciría el trayecto y lo haría más competitivo con el puente aéreo.
La cuota de mercado del tren en el corredor ha pasado de de un 11,8 por ciento en enero de 2008 hasta
un 48,2 por ciento el pasado enero. En cuanto a la oferta total de plazas, a lo largo del año ha ascendido a 7.461.439, un 97,8% más de las que se ofrecían en 2007.
También la frecuencia ha aumentado, ya que
se ha pasado de 14 trenes diarios a los 52 que Renfe ofrece los días de mayor oferta. Además, la puntualidad se sitúa en un 99,18 por ciento, con compensaciones del 50% del importe del billete para retrasos de entre 15 y 30 minutos y del 100% para retrasos superiores a 30 minutos.
En total, la cuota de mercado de transporte entre Madrid y Barcelona
se divide casi al 50 por ciento entre el tren y el avión.
El autobús, el gran perdedorEl medio de transporte más perjudicado y que podría desaparecer entre las preferencias de los viajeros es el autobús. El transporte en autobús
sólo tiene el 4 por ciento de la cuota de mercado y está condenado a desaparecer.
Sin embargo, se mantiene para los bolsillos más pequeños, ya que el precio es lo mejor de esta opción porque
el billete de ida y vuelta cuesta unos 50 euros. Lo peor es
la duración del viaje que es de algo menos de ocho horas, dependiendo del tráfico.
Por último se encuentran los coches particulares. Éstos suponen una incomodidad, ya que el viaje
puede durar más de seis horas. Además,
el precio sería más elevado por el coste de la gasolina y los posibles peajes que se pueden encontrar en el camino, precios que variarían según el número de acompañantes del conductor.