crítica
José Luis Feito: En defensa del capitalismo. Diálogos filosóficos sobre el Mercado y el Estado
viernes 25 de diciembre de 2009, 22:10h
José Luis Feito: En defensa del capitalismo. Diálogos filosóficos sobre el Mercado y el Estado. La Esfera de los Libros. Madrid, 2009. 282 páginas. 15 €
La crisis económico-financiera que ha azotado y cuyas secuelas azotan todavía la economía mundial desde el verano de 2007 ha desencadenado una oleada de críticas contra el capitalismo. Con distintos matices e intensidad, desde amplios sectores de la opinión se ha responsabilizado al liberalismo de ser el responsable de la mayor debacle económica global desde la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado. En este contexto, las ofertas y demandas de un mayor protagonismo del Estado se han disparado tanto desde posiciones de izquierdas como desde sectores de la derecha conservadora. Ante este panorama, la aparición de En defensa del capitalismo, el último libro de José Luis Feito, constituye un acontecimiento de gran relevancia intelectual y también política. Con una brillantez y un rigor extraordinarios, el ilustre economista madrileño ofrece una lección de economía y desmantela con precisión de relojero suizo todas y cada una de las críticas lanzadas contra la libertad económica.
El autor defiende un tipo de capitalismo, el liberal, que combina la propiedad privada de los medios de comunicación con la mayor libertad posible de los individuos para disponer de sus recursos de la manera que estimen oportuno. Al mismo tiempo introduce un elemento esencial: la necesidad de un Estado que garantice los derechos de propiedad, el cumplimiento de los contratos, el imperio de la ley, el suministro de bienes públicos y facilite a todos los ciudadanos una red mínima de seguridad. Desde esta óptica, Feito es un claro exponente de la tradición del liberalismo clásico, que asigna al Estado un papel fundamental en la creación y sostenimiento de ese orden de cooperación voluntaria al que denominamos economía de mercado. En este sentido, marca una clara línea divisoria con las corrientes anarco-capitalistas que consideran posible, necesaria y deseable la configuración de una sociedad sin Estado. De hecho conviene recordar que fueron los liberales, también en España, los creadores de las modernas instituciones estatales.
Si bien la eficiencia económica y la propia existencia del capitalismo son impensables sin el Estado, cuando éste se extralimita del cumplimiento de sus funciones básicas, su intervención suele generar efectos colaterales más dañinos que los que intenta corregir y además reduce la libertad individual. En otras palabras, los fallos del mercado quizá sean una condición necesaria pero no suficiente para justificar la acción de los poderes públicos. Esta tesis está soportada por una voluminosa literatura y por una considerable evidencia empírica. Además, este enfoque constituye una restricción fundamental para evitar o conjurar la pretensión de buscar en la actuación del Estado la solución a todos los problemas económicos y sociales.
Con sabor clásico, Feito articula su texto a través de un diálogo entre dos personajes: Liberto, representante de los partidarios del modelo capitalista y Fabiano, a quien convierte en portavoz de una línea de pensamiento que abarca desde quienes descalifican en su totalidad al capitalismo liberal a los que defienden que el Estado ha de acometer más funciones que las que le asigna el liberalismo clásico. El intercambio de razonamientos entre los dos polemistas se realiza con una exquisita delicadeza. No se caricaturiza al crítico, al que se le concede siempre el beneficio de la duda y además se le proporcionan argumentos que la inmensa mayoría de los anti-capitalistas locales no usan, quizá por desconocimiento; por ejemplo, las visiones de la “economía conductual” o de la neuroeconomía que atacan o, mejor, cuestionan una de las raíces básicas del paradigma económico: la racionalidad de los individuos.
De la lectura del libro de José Luis Feito se extrae una conclusión importante y olvidada con demasiada frecuencia: el capitalismo liberal es un proyecto en gran medida desconocido y, desde luego, inalcanzado. Si se observa la realidad de las economías desarrolladas y en vías de desarrollo, su realidad se aleja de manera sustancial de los presupuestos liberales. El sector público tiene una participación directa –gasto e impuestos– e indirecta –regulación de los mercados– en la economía sensiblemente superior a la dibujada por los teóricos antiguos y modernos del liberalismo clásico. En realidad se trata de “economías mixtas” con un grado de injerencia estatal muy elevado. Desde esta perspectiva, En defensa del capitalismo recuerda cuáles son los fundamentos básicos de un orden basado en la libertad económica, cuya aplicación práctica brilla por su ausencia en el mundo de comienzos del siglo XXI.
Por último, el texto del economista madrileño combina de manera magistral una elevada capacidad divulgativa con una extraordinaria profundidad de análisis. Expone con sencillez y claridad los arcanos de la “ciencia lúgubre” y lo hace con un estilo de una simplicidad teresiana. El experto encontrará en la defensa del capitalismo realizada por José Luis Feito una exposición de alto nivel técnico que incorpora y desgrana todas las grandes cuestiones de la agenda económica. Quien se aproxime al texto sin una formación técnica depurada hallará una explicación asequible de los fundamentos de la economía escrita con una prosa de alta calidad estética. En un país en donde los textos liberales brillan por su ausencia y el pensamiento dominante sigue en manos de los estatistas de todos los partidos en un régimen de cuasi monopolio, En defensa del capitalismo tiene un atractivo añadido: el de ir “contra la corriente” como escribiría Isaiah Berlin –si no recuerdo mal, uno de los santos patrones de Feito–. Espero que sus lectores disfruten tanto como quien ha escrito esta nota de este excelente libro.
Por Lorenzo Bernaldo de Quirós