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La envidia haitiana

Laila Escartín Hamarinen
jueves 28 de enero de 2010, 21:20h
Me dan ganas de vomitar leyendo las noticias sobre Haití: todo se reduce a una batalla repugnante de envidiosos niños mimados hambrientos de protagonismo; una perfecta excusa para quedar bien: ‘Oh, el gran salvador soy yo! ¡Yo!’ Europa, Francia a la cabeza, se muerde las uñas de la rabia porque el joven hermano, los EE.UU., puede más y ha llevado su súper ejercito, sus súper portaviones, su buque hospital y demás parafernalia para controlar el país en caos. ‘¡Chincha vieja Europa! ¡El hermanito se te ha subido a la chepa, qué te den!’

Vomito. Si a Europa de verdad le importa el bienestar de los haitianos ¿qué más le da quién les brinde la ayuda? Eh, Nicolas Sarkozy, ¿te toca las narices que EE.UU. haya llegado primero con pistolas más gordas y potentes que las tuyas, más comida, más coca-colas, más medicinas, mejores portaviones? ¡Ja! Estos hombres poderosos son todos iguales, lo único que les importa son sus pelotas… perdonad, he de matizar, el tamaño y la calidad de sus pelotas. Son patéticos, y tan hipócritas y falsos que podría zurrarles bien con una fusta, como hacían los padres de la iglesia protestante con sus hijos para educarlos bien.

Mi pobre abuela-que-en-paz-descanse me decía que no viviera en un saco, pero lo mejor que puedo hacer para no morir del asco, es vivir en un saco. Este mundo asqueroso que me ha regalado el patriarca me da arcadas y me pone enferma; hasta una tragedia como la de Haití le sirve para su engrandecimiento (el del patriarca vomitivo, bien sûr) y para reforzar su posición de poder. Lo único que pasa aquí, es que Europa se muere de la envidia porque ya no es la Gran Potencia Mundial que manda y corta la tarta; Europa está muerta, el relevo se lo cogió los Estados Unidos de América y hace ya bastante tiempo. Y todos esos progres y rojos que se regodean en la crítica y el insulto a los EE.UU. me repugnan aún más por su hipocresía y su necedad, Europa fue mil veces peor que EE.UU. y lo único que se esconde detrás de esa crítica, es la Envidia, porque lo que más le gustaría al progre, al rojo y al capitalista europeo es ser el Rey de la Colina, pero no lo son, porque el Rey de la Colina es EE.UU. (y a saber cuánto le durará el cargo).
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