
Empecemos la crónica con dos artistas chilenos. Se expone la obra de
Roberto Matta (Santiago de Chile, 1911-Italia 2002), en el IVAM de Valencia hasta mayo para conmemorar el centenario de su nacimiento. Pintor de cuerpos distorsionados y en continuo movimiento, una de las figuras más importantes en el arte del siglo XX, fue amigo de Salvador Dalí, Picasso, René Magritte y Le Corbusier. André Breton le introdujo en el grupo surrealista y Matta colaboró para la revista de este movimiento francés,
Le Minotaure. Por los años 40, a raíz de su viaje a Estados Unidos, su arte empieza a evolucionar hacia el expresionismo abstracto americano.
Se convirtió en el centro de atención de los pintores de la New York School y fue un puente entre las ideas artísticas procedentes de Europa y el arte americano. Diez años más tarde volvió a Europa. Ha expuesto en el MoMA de Nueva York, en el Musée national d’Art moderne - Centre Georges Pompidou, de París, y su obra está representada en las colecciones de los museos más prestigiosos de todo el mundo. La exposición del
IVAM reúne 32 pinturas de las diferentes etapas del artista. En ellas se aprecia la complejidad de sus temas, motivos y colores en los que adquiere un lenguaje artístico muy particular y difícil de encajar dentro de cualquier movimiento.
El segundo artista chileno es el escritor
Jorge Edwards (Santiago de Chile, 1931) que este lunes ha visitado Madrid para presentar su última novela
La muerte de Montaigne (Tusquets). Ganador del Premio Cervantes en 1999, embajador de chile en París hace unos años, Edwards ha tenido siempre un vínculo muy estrecho con Francia. Siempre con opiniones políticas muy firmes, Edwards sufrió numerosas críticas por atacar el régimen de Fidel Castro en su biografía
Persona non grata (1973).
La muerte de Montaigne es un repaso de los últimos años del filósofo, lleno de humor y escrito con un sabio estilo. Reconoce el escritor chileno que el siglo XXI está más cerca de Montaigne que el siglo XX, y que su pensamiento es humanista, nada doctrinario. Jorge Edwards está trabajando en sus memorias, cuyo primer tomo ya tiene concluido.

Terminemos con un proyecto sobre
Iberoamérica muy interesante que se puede ver hasta mediados de mayo en
La Tabacalera de Madrid.
Laberinto de Miradas reúne las fotografías de dos años de viaje por América en los que han trabajado 500 autores. La muestra despegó en México, en 2008, y desde entonces ha recorrido 27 ciudades. Tras Madrid, la próxima parada será Barcelona, donde está previsto que llegue el 15 de junio y se exponga en el Museo Marítimo. La primera parte de la exposición,
Identidades y fronteras, habla de vallas y de las personas que cada día intentan saltarlas para mejorar su vida. La segunda parte trata de las
Fricciones y conflictos. Las fotografías presentan y denuncian realidades como el narcotráfico, las pandillas o la contaminación… La exposición finaliza con
Colectivos fotográficos, la obra de grupos de reporteros que se han organizado como plataformas para vender de forma conjunta sus trabajos. El espectador no podrá quedarse indiferente ante la dura realidad que va a descubrir en las fotografías de estos artistas.