"el sindicalismo decimonónico" nos ha llevado "a un paro demoledor"
José Luis Feito: "Si fuera sólo por nosotros, estaríamos intervenidos"
lunes 08 de agosto de 2011, 16:49h
José Luis Feito, presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE), ha analizado para El Imparcial la turbulenta situación económica que viven España y Europa y una de sus principales conclusiones es que "los países deudores tendrán que hacer lo que digan los países acreedores".
"Si fuera sólo por nosotros, estaríamos intervenidos". Así de contundente se ha manifestado José Luis Feito, presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE), en una entrevista concedida a El Imparcial con respecto a la situación económica de España, y ha concretado que necesitamos hacer reformas, siendo la más importante que tenemos por delante la laboral, "sin la cual el resto no vale nada y, si se hace, las otras no tendrán por qué ser tan severas".
El problema, según el presidente del IEE, es que Zapatero ha entregado la política laboral a la UGT y ha recordado que, en una ocasión, Zapatero dijo que estamos atravesando "la peor crisis de la historia de España", una crisis, eso sí, que no es sólo económica. Lo demuestra que hemos tenido un gobierno durante ocho años presidido por alguien que ni reconoció ni le dio a la crisis económica la relevancia que tenía. Rodríguez Zapatero "primero negó la crisis; luego, se equivocó sobre su importancia mal asesorado por gente como Miguel Sebastián, que le dijeron que esto era algo pasajero y con ello perdió mucho tiempo; y por último, después no hizo lo que debía y se complicó la situación".
Venía de la prodigalidad en el gasto con medidas como el Plan E pero "una vez que intenta rectificar con medidas de contención del gasto resulta que son insuficientes, ha explicado Feito, quien ha insistido en que cuando el presidente del Gobierno adopta esas medidas es "para evitar la debacle", pero él mismo no estaba convencido y "si fuera por Zapatero, habría aumentado el gasto"; se trata de "un error intelectual gravísimo".
No sólo el recorte del gasto es insuficiente para el tamaño de la economía española, según Feito, sino que "incluso lo aumenta en infraestructuras, como el AVE faraónico" del que presume este Gobierno. Además, el presidente del IEE explica que España también tiene un grave problema con los empleados públicos y "debería haber recortado personal, no sólo los sueldos". Asimismo, ha añadido que que "el gasto público en personal en relación con el PIB no es superior al de otros, pero en proporción al gasto público total es muy elevado" y, sobre todo, "con muchos más empleados públicos que en otros países y no son los funcionarios”, advierte, sino la pléyade de asesores y demás empleados adheridos sobre todo “"al boom autonómico". Por tanto, "se podría hacer un duro ajuste" en esta partida "sin la necesidad de echar funcionarios".
La reforma laboral, condición sine qua non
España necesita reformas pero hay una que destaca sobre las demás: "la reforma laboral, que es una condición sine qua non" para la recuperación, "sin la cual, ninguna otra reforma va a valer para nada y, si se hace, las otras no necesitarán ser tan severas". Pese a los dos cambios introducidos por el Gobierno en este capítulo de la regulación, José Luis Feito considera que "no se ha hecho nada" que sea relevante. El resultado es una tasa de paro que supera el 20 por ciento. Este fracaso "es consustancial al socialismo, aquí se ve por qué siempre siempre fracasa de forma rotunda y demoledora". El PSOE, ha explicado, "ha dejado el ámbito laboral en manos de una rama del socialismo, que es la UGT, la única que va a sobrevivir a esta crisis", advierte, "es un ariete contra la oposición y un instrumento de reparto de prebendas". A esta institución es a la que se le ha cedido la gestión del mercado laboral no ya con vocales y otros cargos, sino que "se ha llevado a un nivel tan ridículo que el propio ministro es de la UGT".
"Hay algo que nos diferencia de Europa y del resto de países desarrollados", continúa el presidente del IEE: "el sindicalismo decimonónico", que es el que nos ha llevado "a un nivel de paro demoledor". Las reformas que hay que hacer en este ámbito "son casus belli para los sindicatos". Y cita tres: "romper la negociación colectiva", reducir los costes de despido y precisar las causas objetivas del mismo. Los sindicatos se oponen a estas medidas por razones que van más allá de la cuestión ideológica: "Las arcas sindicales viven de la negociación colectiva y de los eres, y el negocio es proporcional a los costes de despido".
Pero no es una cuestión que comience con el zapaterismo. "Si profundizas un poco, ves que tenemos el mismo problema desde los años 60' y que con cada crisis el paro se dispara a niveles insoportables. ¿Cómo es posible que este país haya convivido con esto sin hacer un verdadero esfuerzo por solucionarlo?". Al respecto menciona el caso de José María Aznar que, a lomos de la prosperidad que se vivía en su época, retrasó el intento de acercar la regulación laboral al mercado. Luego, lo intentó en su segunda legislatura, pero las protestas salvajes, debidas en gran parte a la guerra de Irak, "ya que la gente no tenía ni idea sobre la cuestión de la reforma laboral", hicieron que Aznar se echase atrás.
"Los países deudores harán lo que digan los acreedores"
Pero si Zapatero ha entregado el Ministerio a la UGT y ha desaprovechado dos oportunidades para reformar el mercado laboral, no lo va a hacer de aquí a las próximas elecciones. Es más, "no es sólo que el Gobierno no hace nada, sino que lo que hace lo hace mal". Así las cosas, ¿llegaremos a las elecciones sin que nos intervengan? "El problema no es sólo España o Italia; el euro, en realidad, acaba de empezar e inevitablemente hay reglas que no se entendían bien o que están mal diseñadas, hay que reformar la moneda común para que el euro sea consistente con la quiebra de un país para que esa eventualidad no entrañe un riesgo de su desaparición", es decir, explica Feito, que "si fuera sólo por nosotros, estaríamos intervenidos, pero hay otros problemas que exigen cambios en las reglas comunitarias".
Pero no se intervendrá a España, sino que "al final no habrá más remedio que modificar fondos europeos" o introducir "acuerdos para que el BCE compre deuda de un país, aunque es lo que está haciendo en estos momentos". Cabe precisar que lo hace en contra de sus propias normas.
Al final, la solución del euro a largo plazo tendrá que pasar por "ceder soberanía fiscal a Bruselas". Sobre este asunto, el presidente del IEE ha insistido en que "no es posible que una ministra de un país fije un techo de gasto que sea un insulto a la inteligencia porque ese techo de gasto lo tendrá que fijar Bruselas y, al final, los países deudores tendrán que hacer lo que digan los países acreedores". Asimismo, Feito ha añadido que "no puede ser que nosotros vayamos presumiendo de tener más kilómetros de AVE que nadie y que tengamos autovías sin peaje" mientras nos están financiando ciudadanos que renuncian a ese AVE o que pagan los peajes de sus autopistas.