Peligro en Egipto

La matanza de cristianos coptos a manos de las fuerzas armadas egipcias ya se ha cobrado su primera víctima política. Se trata del ministro de Economía, Hazem el Beblawi, una de las figuras más solventes del gobierno provisional, lo que arroja un halo de incertidumbre sobre el proceso electoral que en breve ha de poner fin a la era Mubarak. El hostigamiento a la minoría cristiana lleva produciéndose desde la caída del anterior régimen y su agravamiento coincide con el afán de protagonismo mostrado por los islamistas radicales -bajo las siglas de “Hermanos Musulmanes”-.

Nunca es bueno generalizar, y menos en un asunto tan delicado como la convivencia interreligiosa en un país islámico. De hecho, musulmanes moderados se han unido a los coptos en demanda de mejores condiciones sociales, lo que echaría por tierra un posible conflicto confesional. Pero el peligro existe. Y conviene no perderlo de vista. Máxime, cuando ha costado tanto sacar adelante las revueltas de la llamada “Primavera Arabe” y es tanto lo que se ha conseguido. Precisamente por eso, un puñado de intolerantes no puede dar al traste con las ansias de paz y libertad de todo un país. Y si las nuevas autoridades egipcias quieren estabilidad en su país, deben tener esto muy presente.