Lo secunda al considerar que el club blanco podría ser perjudicado por los pagos millonarios del Barcelona al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros José María Enríquez Negreira.
Por haber prescrito los hechos y haber sucedido protegido por la inviolabilidad como jefe del Estado, unido a la "insuficiencia de indicios incriminatorios".