El español, ovacionado, perdió por lesión. Dejó puntos para el recuerdo y susurró una remontada abortada por causa médica en el tercer set (6-3, 5-7, 6-1 y 6-1). El serbio jugará el domingo por el título, el número uno del mundo y la historia del tenis. Fue abucheado por su actitud.