Esta vez te conviertes en una seductora y misteriosa viuda, que revoluciona el pueblo fantasma de Appaloosa.Me intrigó el personaje, desde el principio, por su empeño en cultivar su misterio. Ella se pasea por el pueblo con dinero en el bolsillo y la leyenda de un marido fallecido. Es una superviviente, que lucha por salir adelante cuando peor tiene las cosas. Está sola y tiene un master en “la escuela de los golpes duros”. Por eso simpatizo con ella, porque se cae y enseguida se sobrepone.
¿Qué te ha arrancado este nuevo personaje?Me ha exigido muchas horas de dedicación intensa, me ha quitado muchas horas de sueño. Pero me ha dado mucho más de lo que me ha restado. Es una mujer que me encanta, con la que me siento muy identificada en algunas cosas. Es pura, directa, incondicional...
Como lo era su amor por el marido desaparecido. ¿Tú crees que el amor puede durar siempre?Es bueno pensar que sí porque, de lo contrario, no adquirías el compromiso de casarte con alguien. Yo, por suerte, tengo un buen ejemplo en mi propia casa. Mis padres llevan más tiempo juntos que separados, por lo menos así lo certifican los más de cuarenta y cinco años que llevan casados. Me gustaría que a mí me ocurriera lo mismo, porque como no he visto otra cosa... ¡es con lo que sueño!, por eso creo que es posible.
Aunque las renuncias son muy grandes...Todo lo que uno quiere cuesta. El amor hay que trabajarlo día a día, sorprender al otro permanentemente, tener valentía para superar los malos momentos y, por supuesto, disfrutar hasta la extenuación con las alegrías.
Cambiar el color de pelo, para esta película, te habrá ayudado al anonimatoParece difícil que alguien no me reconozca, ¿verdad?. Pues he pasado desapercibida más veces de las que imaginas. Hablaba con la gente, le miraba a los ojos... ¡y no sabían quién era yo! Por primera vez, en mucho tiempo, me sentí anónima de verdad. Era una mujer normal y fue muy divertido.
Y muy crítica consigo mismaMe temo que sí... (risas), creo que me exijo muchísimo a mí misma, no me dejo pasar ni una. Antes lo comentábamos ¿no? El peor crítico está en casa, pero creo que eso es bueno.
¿Cómo has podido sobrevivir a la intensidad profesional de los últimos años?No ha sido fácil, porque no he parado de trabajar. En los últimos tres o cuatro años, he ido enlazando una película con otra. Parecía que me estaba poniendo a prueba yo misma, como si necesitara demostrarme hasta dónde podía resistir. Yo definí, un día, esa situación como “una carrera de relevos” conmigo misma.
¿Ha llegado el momento de aflojar un poco?Espero poder hacerlo, pero no veo todavía el momento de descansar. Todavía no veo la “luz al final del tunel”... (risas). Me gusta muchísimo viajar pero,en estos momentos, no quiero ni oir hablar de hacer una maleta, coger un avión o pensar un lugar de relax que no sea mi casa del campo. Lo único que me apetece es ver revistas de decoración, que me hagan pensar sólo en el suelo nuevo de mi cocina, o en los muebles a medida para el baño.
¿Una se acostumbra a estar siempre ocupada?No queda otra solución. Como no paro de enlazar una película con otra, tengo tantas cosas pendientes sin hacer que no sé si llegará el día en el que pueda leer todos los libros, que se amontonan en mi mesa, o hacer esas cosas del día a día que nos parecen intrascendentes, cuando puedes hacerlas, pero que son importantísimas cuando no tienes tiempo de disfrutarlas.
Como ordenar armarios, ir a la ferretería¡No te puedes imaginar cómo me gusta perderme entre tuercas y tornillos! Parece difícil de creer pero ¡nada me divierte más!. Me puedo pasar las horas muertas dentro de una ferretería. Me encanta una, que he descubierto en Nueva York, y que me relaja muchísimo.
Curiosa manera de encontrar la calmaSiiiii!! (risas)... y barata porque, por mucho que compre, nunca me dejaré el dinero que me dejo en un vestido, por ejemplo.
Otra parte de tus ganancias van a la lucha contra el cáncer de mamaEs uno de los males que más nos acechan a las mujeres. Yo he tenido gente muy cercana que ha pasado por eso. Unas lo han superado, pero otras se han quedado en el camino. Me llena mucho poder implicarme en esta lucha, participando en reuniones y acudiendo a los eventos, organizados por “Revlon´s Run/Walk for Women”.
¿Lo bueno de la fama es que se puede ejemplarizar en casos como éste?Yo lo que pido es que las mujeres tomen conciencia de lo importante que es hacerse las revisiones periódicas. Nunca hay que tener miedo de acudir al especialista. Si cogen el mal a tiempo,el problema es más fácil que tenga solución. Asimilar eso es lo más importante y, si mi consejo puede dar tranquilidad, ánimo y un empuje a las mujeres, doy por bien utilizada mi fama...