Inmersa desde hace 18 años en la ilustración de libros infantiles y juveniles, María Jesús Santos celebra haber podido participar durante el último año y medio en la ilustración de La Palabra se hace arte, una Biblia adaptada al lector infantil y editada por Edelvives. Feliz por el resultado de su trabajo, de cuidada estética, Santos explica cuál es la situación de su profesión y el proceso de trabajo que ha llevado a cabo en este proyecto.
No es habitual que los medios de comunicación entrevisten a ilustradores. ¿Acaso no son lo suficientemente apreciados? En los últimos años se empieza a hablar más de nosotros. Te hablo de hace seis o siete años. Hasta entonces creo que los ilustradores no hemos sido respetados. Recuerdo que hace 15 o 20 años las editoriales ni siquiera te devolvían los originales. Vamos avanzando.
¿La tendencia mayoritaria es trabajar con ordenador?Yo sigo trabajando con la mesa, las ceras y los pinceles. En un principio pensé que me iba a quedar obsoleta ante los avances que aporta el ordenador pero, curiosamente, me encuentro con editores que valoran los dibujos hechos a mano. De todas formas, el ordenador engaña, ya que la pantalla nunca da el mismo color que el papel.
Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando. ¿Cree que su apego a las técnicas tradicionales puede deberse a su formación?Pertenecía a la última hornada de alumnos que estudió el plan antiguo de esta escuela, el mismo con el que se formó Sorolla. Después se transformó en facultad, lo que supuso que fueran incluidas otras materias relacionadas con los medios audiovisuales o la fotografía. Nuestros estudios iban encaminados a formar a pintores o escultores, así que considero que esta circunstancia repercute en la forma que tengo ahora de trabajar. Es una base que me ha enriquecido.
¿Un ilustrador es un artista?Creo que sí somos artistas. Nos merecemos ese título.
Carolina Lesa se ha encargado de adaptar los textos bíblicos en La Palabra se hace arte. ¿Cómo ha sido el proceso de trabajo? La editorial me fue dando capítulos uno a uno, pero ya con el texto adaptado. Aparte tenía la Biblia ecuménica para ampliar conocimientos y conceptos. Me ha resultado un trabajo muy emocionante. Ha sido un descubrimiento porque tenía otro concepto de la Biblia. Siento como si le hubiera perdido el miedo.
¿Ha tenido presente la iconografía religiosa?Me he dejado guiar por los textos de Carolina. Es cierto que he tenido en cuenta guiños como puede ser la presencia de peces, pero ha sido algo muy sutil.
¿Se ha servido de los cambios de color como recurso para transmitir a los niños el paso de tiempos de serenidad en la vida de Cristo a otros dramáticos como la Pasión? En la editorial me advirtieron de que no debía incluir demasiada sangre, ya que la Pasión y la muerte son de por sí dramáticas. Es cierto que me he servido del cambio en la paleta de colores para representar estas escenas. Aunque no me lo preguntas, te diré que el pasaje que para mí encierra un mayor dramatismo es el del Prendimiento, en el que se ve un cuerpo y una cuerda real, no pintada, enrollada en las manos de Cristo.
Con esos elementos reales incluidos en las ilustraciones logra un efecto de relieve atractivo a ojos de un lector principiante… ¿Es lo que pretendía?Sí, lo hago habitualmente en mi obra. Mis ilustraciones tienen en ocasiones esa apariencia. Se logra gracias a unos escáneres muy avanzados con los que cuenta la editorial. También hay muchas texturas. Eso también es atractivo para los niños.
¿Cuánto tiempo le ha llevado ilustrar esta Biblia?Un año y cuatro o cinco meses.
¿Es mucho tiempo dedicado a un libro?Sí, es mucho tiempo dedicado a un solo trabajo. Por desgracia, no nos suelen durar tanto tiempo. Ha sido como un regalo de Dios.
Ha dicho que esta Biblia está concebida con un planteamiento rompedor, ¿por qué?En la editorial me dijeron que tenía que hacer algo rompedor, pero no me hicieron ninguna indicación más. Aquello me asustó un poco. Sólo me pidieron que la Virgen vistiera de blanco y que no pintara ángeles. Creo que es una Biblia diferente a otras con ilustraciones más encorsetadas.
En su página web señala que, aparte de dedicarse a la ilustración, tiene obra propia.Así es. Son pinturas que hago en mi tiempo de ocio. He hecho con ellas alguna exposición e, incluso, he vendido alguna.