Muchas citas para no perderse en la nueva temporada del Teatro Real

Que el teatro de la Plaza de Oriente continúa convencido de que hay que abrir la ópera a nuevos públicos, quedaba patente nada más empezar la rueda de prensa de este martes, convocada para hacer pública la programación de la próxima temporada. El presidente del Patronato de la Fundación del Teatro Real, Gregorio Marañón, se encargaba de presentar a las entidades culturales madrileñas - todas de primerísimo nivel - que, a partir de la temporada 2014-2015, colaborarán para que la ópera se integre en el tejido social y cultural de la capital. En palabras de Joan Matabosch, director artístico del Real, “para que la ópera deje de ser una afición y sea un hábito de cualquier persona culta”. Para ello, el Real caminará de la mano de instituciones como la Biblioteca Nacional, el Museo del Prado, el Instituto Cervantes, la Residencia de Estudiantes, el Círculo de Bellas Artes, la Fundación Juan March, el Museo del Romanticismo y la Fundación García Lorca. Sus responsables asistían, asimismo, esta mañana a la presentación de una programación en la que van a participar a través de distintas actividades, como conciertos, exposiciones o conferencias, realizadas de forma paralela a cada una de las óperas que se representen en el Real. A ellos les daba las gracias Gregorio Marañón, quien, sin embargo, ha comenzado su intervención leyendo una carta enviada por Gerard Mortier, quien sigue con su tratamiento para la grave enfermedad que padece. El anterior director artístico del Real quería, de este modo, felicitar públicamente a Joan Matabosch por la nueva temporada que presenta, deseándole suerte y agradeciéndole la enorme corrección con la que ha venido trabajando en la nueva programación, algunos de cuyos títulos ya habían sido incluidos por el propio Mortier.

Era precisamente esta - conocer qué obras han sido programadas por Matabosch y cuáles ha “heredado” de su antecesor- una de las cuestiones a las que estaba claro que tendría que responder el nuevo responsable artístico. Y, aunque la pregunta no llegaba hasta el final del acto, Matabosch lo zanjaba con rotundidad y, por otra parte, mucho sentido común. “Este es un tema del que me he impuesto olvidarme”, aseguraba el ex director artístico del Liceu, “De modo que he aceptado todos los proyectos como míos, aunque hubieran sido iniciados por Gerard Mortier, respetando los compromisos”. Otro de los asuntos que Mortier no olvidaba mencionar en su misiva, aprovechando asimismo para dar las gracias a su equipo, era el de felicitar al Real por la recientísima contratación de Ivor Bolton, director musical del coliseo madrileño a partir de la temporada de 2015, y con quien Mortier tuvo ocasión de trabajar de manera muy estrecha en el Festival de Salzburgo. Esta era, en todo caso, otra de las cuestiones que planteaba dudas. O, al menos, preguntas. Ya se sabe que con la llegada de Mortier, la figura de director musical permanente fue sustituida por diversos directores de orquesta invitados, con mayor o menor frecuencia, fórmula que, como todo en esta vida, tuvo sus contrarios y sus defensores. En este caso, ha sido Marañón el encargado de abordar el asunto, afirmando que lo importante no es que se adopte una u otra fórmula, sino que cualquiera de ellas funcione. Añadiendo que, a estas alturas, nadie puede poner en duda que la adoptada por Mortier ha funcionado, porque la orquesta está aún mejor que en 2012.


Joan Matabosch (Director Artístico del Teatro Real), Ivor Bolton (director musical del Teatro Real a partir de 2015-2016), Gregorio Marañón (Presidente del Teatro Real) y Ignacio García-Belenguer (Director General del Teatro Real)

Por su parte, el principal “afectado” por este asunto, es decir, el maestro británico Ivor Bolton, ha querido superar la prueba de dirigirse a los medios por primera vez hablando en castellano. Un idioma que aún no habla – ha explicado que a pesar de tener una casa en Barcelona desde hace dos años, no ha pasado más de 20 días en ella –, pero en el que ha resumido su enorme orgullo por entrar a formar parte del Real, un teatro del que ha destacado su acogedora y profesional atmosfera, vital para los buenos resultados del mismo. Unos resultados que buscan ir a más con una nueva temporada que, según el director general del coliseo madrileño, Ignacio García-Belenguer, se realiza en un momento de fortaleza, gracias a las dos últimas incorporaciones y a los buenos resultados obtenidos. Gracias, en definitiva, a una política que el director general ha denominado de la triple A: Acercar los abonos a través de precios más asequibles; Adaptarse con nuevos ciclos a los gustos del público y Ampliar algunas propuestas como la de los abonos familiares o el nuevo de “jóvenes plus”, para personas de 30 a 35 años.

En cuanto al contenido de la programación, Matabosch ha sido el encargado de explicar los puntos fuertes y las características específicas de las obras que se podrán ver en Madrid a partir de septiembre de 2014. Una temporada que está llena de buenas e interesantes propuestas, aunque el primer título no sea precisamente algo que pueda estar esperando el público madrileño más habitual. De hecho, ha extrañado que vuelva a subirse al escenario del Real la producción de Sagi de “Las bodas de Fígaro”. Será su tercera vez en cinco años, aunque la principal atracción, en esta ocasión, se situará en el foso, porque será Ivor Bolton quien se colocará al frente de la Orquesta Titular del Teatro Real. También corresponderá a Bolton encargarse de dirigir una de esas actividades paralelas llevadas a cabo por las anteriormente citadas instituciones: el Requiem de Mozart en la Catedral de Toledo. A la conocida ópera bufa, le seguirá La fille du régimen de Donizetti de Gaetano Donizetti, con Natalie Dessay encabezando el reparto, y ya en diciembre, para acabar el año, se subirá al escenario la obra de Britten, Muerte en Venecia, en una coproducción del Real y el Liceu, alternándose con Romeo y Julieta, de Charles Gounod, en versión concierto con la presencia de Roberto Alagna.

En el mes de enero, se podrá asistir a una ópera muy poco conocida en España, Hänsel und Gretel, con Agata Ruíz de la Prada como escenógrafa y figurinista. Y en febrero, al estreno absoluto de El Público, de Mauricio Sotelo, basada en la obra homónima de García Lorca y nuevo encargo del Real. Para llegar a abril con una de las óperas más conocidas del mundo lírico, La Traviata, una obra considerada hoy como convencional, pero que en la época de su composición por el genial Verdi levantó grandes ampollas, ya que se atrevía a tratar temas como la prostitución o la tuberculosis, algo de bastante mal gusto por entonces. Será, además, la oportunidad para algunos privilegiados - ya que sólo cantará en cuatro funciones - de volver a escuchar al magnífico barítono Leo Nucci en el Real. A continuación, se subirá al escenario una ópera de Beethoven, Fidelio, con dirección de escena de La Fura del Baus, que se verá acompañada por un concierto de Pollini el día 27 de abril y una conferencia sobre el compositor alemán en el Museo Nacional del Romanticismo.

Un programa doble servirá para cerrar el mes de junio y adentrarse en julio, antes del parón veraniego de la temporada. Estará formado por Goyescas de Enrique Granados, con Plácido Domingo dirigiendo la orquesta y María Bayo encabezando el reparto, y la obra de Puccini, Gianni Schicchi, con dirección de escena de Woody Allen - que ya participó en su representación en la Ópera de Los Ángeles - y con el tenor madrileño asumiendo el rol principal de la obra. La temporada de ópera pondrá su punto final con otro estreno absoluto – el segundo de la temporada –, una ópera compuesta por Elena Mendoza con libreto de Matthias Rebstock, basado en relatos del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti.

En el capítulo de la danza, la compañía de Victor Ullate será la encargada de abrir la temporada con una nueva producción del El amor brujo, en la que Estrella Morante pondrá su voz. Por último, en lo referente a los conciertos, Joan Matabosch ha explicado que serán de corte temático, es decir, estrechamente relacionados con las óperas que se vayan representando, aunque sin descuidar los protagonizados por Grandes Voces o los correspondientes a dos homenajes que nadie querrá perderse: el 9 de diciembre a Montserrat Caballé y otro, al fallecido Alfredo Kraus, que aún no tiene fecha concreta.