Gandarias empezó a pintar a los 12 años; según ha explicado este domingo la fundación que lleva el nombre del violinista hebreo, "la pintura la poseyó, pero esto no habría sido así sin la música, según decía, por eso su vinculación desde su creación y trabajo comprometido en la Fundación".
En 1987 se casó con el dirigente socialista Enrique Barón, que fue eurodiputado. Sofía
Gandarias, que ha expuesto, entre otros lugares, en Venecia y París, fue nombrada Caballero de las Artes y de las Letras de Francia y recibió la Legión de Honor del mismo país.
La pintora de "mucho más que retratos"
Sofía
Gandarias,
fallecida en Madrid a los 64 años, plasmó a lo largo de su carrera a figuras como Primo Levi, Albert Camus, Jorge Semprún, Augusto Roa Bastos, Carlos Fuentes o José Saramago, obras que, como dijo este último, eran "mucho más que retratos", eran "las luces y las sombras de su mundo interior".
Gandarias (Gernika, 1951) retrató la historia reciente a través de interpretaciones pictóricas de la obra de grandes escritores y pensadores que lucharon contra la guerra y la violencia y llevó su estilo, entre el neoexpresionismo y el simbolismo-surrealismo, a numerosas galerías europeas.
Casada con Enrique Barón Crespo, expresidente del Parlamento Europeo y presidente de la Fundación Yehudi Menuhin,
Gandarias era también patrona de esta institución, cuyo objetivo es promover las artes como vehículo de mejora de la calidad de vida de los más necesitados y para fomentar la tolerancia.
La artista, que recibió en 2005 la
Orden de Caballero de las Letras y las Artes francesas, comenzó a pintar a los 12 años, una actividad que, aseguraba, la "poseyó", aunque confesaba que no hubiera ocurrido sin la música, muy presente en su obra.
También la "invadió", decía, la obra de Pablo Neruda y pudo ver cómo un retrato del poeta chileno pintado por ella preside una de las paredes de la casa del autor en Isla Negra, en la costa central de Chile.
Por ello, el poema "Recuerdo" de Neruda ha sido el elegido hoy por la Fundación Yehudi Menuhin para recordar a la pintora, fallecida a consecuencia de un cáncer de páncreas.
Este poema fue el que utilizó en
"El llanto de las flores", la exposición que realizó en 2006 con la serie que comenzó a pintar el día de los atentados del 11 de marzo del 2004 en Madrid: una docena de cuadros de gran formato en los que unía pintura, poesía y música como un homenaje las víctimas de la masacre.
Inició su carrera artística en 1978 con el cuadro "Kokoschka, Mahler y Alma" y la serie "Presencias", con la que comenzó sus retratos de personalidades como Augusto Roa Bastos, Federico García Lorca, Jorge Luís Borges, Julio Cortázar, Rubén Darío, Guimaraes Rosa, Gabriel García Márquez, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Juan Carlos Onetti, Octavio Paz, Juan Rulfo y César Vallejo.
Con retratos de Nureyev, inicia la serie
"Toreo y Ballet", al que le siguen obras sobre Bacon, Diego y Frida Kahlo o Delvaux, series como "El amor en Venecia", " Arte contra la violencia" o la dedicada a los atentados del 11-S en Nueva York.
Sus últimos trabajos, realizados en 2015, habían sido reunidos en una serie en la que, bajo el título
"El caballero de la mano en el pecho", plasma a personajes como María Callas, Plácido Domingo, Greta Garbo, Steven Spielberg o Giorgio Armani caracterizados como el retrato de El Greco.
SOFÍA GANDARIASReproducimos la carta que el 11 de julio del año 2010 publicó Luis María Anson en el diario
El Mundo y que fue copiosamente comentada en numerosos medios.
“Querida Sofía…
Tus responsabilidades públicas en Europa y en España te han restado tiempo para la gran vocación de tu vida: la pintura. Pero has seguido creando y cosechando éxitos internacionales como aquella exposición de Roma que mereció el elogio de muchos intelectuales de relieve. José Saramago se rindió ante tu pintura. También Roa Bastos, Carlos Fuentes, Yehudi Menuhin o Simone Veil. He leído también artículos sobre tus pinceles de Marc Agi, de Malefakis, de Sami Nair.
Tu pintura es muchas veces un espejo oscuro colocado delante del mundo turbio del llanto y la miseria. Me ha impresionado el artículo que Saramago dedicó a tu gran exposición de Praga y que publicó el Corriere della Sera la pasada semana. Entre la pluma del Nobel, tristemente desaparecido, y tu pincel herido, Kafka se desgarra a chorros. Como no te mueves en los circuitos españoles no es fácil que la crítica nacional reconozca tus éxitos. Por eso, querida Sofía, te escribo estas líneas públicas. Para ti la pintura es una cosa mental. Resuelves lo que quieres decir con un oficio cada año mejor aprendido. Pero lo importante es lo que expresas. Roa Bastos destacó en tu paleta la indagación ontológica y existencial. Recuerdo que escribí entonces: “Sofía Gandarias levantó un día sus pinceles al cielo y del cielo llovía sangre”.
Luis María ANSON de la Real Academia Española