El otoño llegó hace unas semanas y con él las obligaciones para todos los miembros de la casa. Los más pequeños estarán todavía acomodándose a sus nuevos libros, compañeros y a la propia dinámica de la vuelta al cole. Por otra parte, la mayoría de los adultos a estas alturas ya habrán superado el síndrome postvacacional, frecuentemente provocado por la incorporación demasiado brusca a la rutina personal y laboral.
En este sentido, la rutina puede producir aburrimiento, desmotivación o pereza. Por esta razón, un fin de semana diferente en familia puede ofrecer esa distracción necesaria para recuperar energías y cargar las pilas otra temporada.
Por suerte el otoño trae muchas joyas de la naturaleza. Desde paisajes increíbles con diferentes pigmentos llenos de colores amarillos, ocres, dorados, marrones, rojos e incluso púrpuras, y sobre todo, un mundo mágico de riqueza micológica en algunas zonas de la península.
Un “universo único”, según Rafael Anson. El presidente de la Real Academia de Gastronomía recalca la importancia de la formación con la finalidad de evitar posibles envenenamientos producidos por el consumo de estos denominados níscalos, setas, o trompetas.
Los mejores lugares dónde encontrar setas en España
Existen muchas rutas por explorar a lo largo de la geografía española en búsqueda de setas. En el sur de la península ibérica se encuentra el Parque Natural de Los Alcornocales en Jimena de la Frontera en Cádiz, el Parque Natural Sierra de las Nieves en Málaga, o la Sierra Morena en Córdoba.
Por otro lado, en la zona Zona Cantábrica hay numerosos parques naturales como son: el Parque Natural de Aizkorri-Aratz situado al Norte de Álava, en el sur de Guipúzcoa, la Sierra de Urbasa en Navarra y el Parque Natural de Gorbeia en el País Vasco. Cerca de las grandes ciudades nacionales se sitúan la Sierra Norte de Madrid y el Parque Natural del Montseny en Barcelona.
No obstante, si la idea es viajar con niños una buena opción sería alquilar una autocaravana. Este tipo de vehículo, a parte de la propia novedad en si, ofrece una serie de ventajas al viaje familiar. De este modo, los niños podrán jugar mientras viajan, ir al aseo e incluso comer en una mesita sin crear demoras en el viaje.
Desplazarse en autocaravana significa dormir en campings e inevitablemente estar en contacto directo con la naturaleza. Por lo que, a la larga, se acaba disfrutando de muchas más vivencias en el exterior.
Asimismo, las primeras veces en adentrarse en esta afición otoñal, quizás sea interesante realizar algún taller o salida guiada con la que descubrir la naturaleza en familia de una forma segura. Los talleres de Micología normalmente tienen lugar los fines de semana de Octubre y suelen centrarse en enseñar a identificar, recolectar y degustar las diferentes variedades de setas que se encuentran en los bosques.
También hay un infinito de posibilidades para viajar un fin de semana sin salir del país y a precios super económicos. Excursiones a pie para todos los públicos por la Ruta de la Plata, conocer el Parque Natural de Doñana, perderse en la Alhambra de Granada, visitar las Islas Medas y un sinfín de rincones perfectos para toda la familia.