El gigante del aluminio mantendrá su fábrica de Lugo.
El Gobierno central y los autonómicos siguen este jueves mostrando su malestar por el anuncio de Alcoa de que cerrará dos de sus plantas en España, alegando el elevado precio de la electricidad que soporta, sobre todo por que en la última década obtuvo 1.000 millones de euros en las subastas de interrumpibilidad.
Fuentes del sector han indicado que la estadounidense Alcoa, que ayer anunciaba que cerraría las fábricas de aluminio que tiene en Avilés (Asturias) y La Coruña, sólo por la última subasta de interrumpibilidad -en la que se subastan lotes de potencia interrumpibles entre empresas grandes consumidoras de energía que estén dispuestas a desconectarse en caso de que sea necesario para garantizar la seguridad del suministro- ingresó unos 90 millones de euros.
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dicho hoy que es difícil que se pueda imputar al coste de la electricidad la decisión de cerrar esas dos plantas que ha anunciado Alcoa, pues ha venido siendo beneficiaria de alrededor del 30 % del volumen adjudicado en las subastas de interrumpibilidad celebradas en esos diez años.
Ha añadido que, además, Alcoa sabía que se estaba trabajando en la convocatoria de la nueva subasta diseñada para favorecer a las empresas más grandes, pero ahora igual hay que retrasarla para rediseñarla y evitar que haya una "distorsión", y conseguir que se puedan beneficiar el resto de empresas electrointensivas.
Sin embargo, el presidente de la patronal CEOE, Joan Rosell, ha sostenido que la electricidad para las industrias en España "es más cara" que en otros mercados y "la comparativa internacional es clarísima".
La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha dicho que ayer habló con el presidente de Alcoa, al que le pidió explicaciones y el informe económico en el que se basa para cerrar dos de sus tres plantas en España.
Ha añadido que una vez conozca los datos se coordinará con los gobiernos de Asturias y Galicia para intentar cambiar la decisión y evitar los cierres, mientras que Ribera ha manifestado que si Alcoa, que emplea a 686 personas en las dos fábricas afectadas, quiere irse, habrá que ver si se puede encontrar a otro agente industrial que tenga interés en producir aluminio en esas plantas.
Maroto ha señalado que también ha convocado a una reunión a los presidentes de Asturias, Javier Fernández, y de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, un encuentro posterior a la reunión ya anunciada para la semana próxima entre los consejeros de Industria asturiano y gallego, los altos cargos del Ministerio y los representantes sindicales.
Fernández y Feijóo se reunirán mañana en Oviedo, según ha anunciado el presidente asturiano tras el pleno del Parlamento de Asturias, en que se ha aprobado por unanimidad una declaración institucional contra la decisión de la multinacional.
Javier Fernández ha dicho que las Administraciones deben promover acciones para reconducir una situación que, de confirmarse, resultaría "letal" tanto para Avilés como para A Coruña, donde se perderían casi 700 empleados directos, y ha subrayado que, hasta ahora, Alcoa no había manifestado que resultara "insuficiente" la bonificación de que se venía beneficiando a través de las subastas de interrumpibilidad.
Entretanto Alcoa daba a conocer hoy sus resultados en el tercer trimestre del año, en que perdió en todo el mundo 41 millones de dólares (35,6 millones de euros) frente al beneficio de 113 millones de dólares (98 millones de euros) que obtuvo en el mismo período de 2017, debido a gastos extraordinarios por pensiones y beneficios de antiguos empleados por un importe de 174 millones de dólares (151 millones de euros).
En las zonas afectadas por los cierres comienzan a movilizarse y en Avilés mañana los 317 trabajadores de esta planta se concentrarán frente a la fábrica de San Balandrán, mientras que en A Coruña el Ayuntamiento aprobará también mañana una declaración institucional en apoyo a los empleados de Alcoa y rechazando el cierre que provocaría la pérdida de 400 empleos en la ciudad.