El número de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas durante entre 2016 y 2018 fue de 151, un 11,2 por ciento menos que en el anterior trienio. Del total de víctimas mortales, 46 (el equivalente al 30,5 por ciento del total) habían presentado denuncia previa contra su agresor.
Son datos del último informe del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, que indica que el porcentaje de mujeres asesinadas que habían denunciado previamente aumentó en tres puntos respecto al promedio de los últimos diez años.
El número de víctimas mortales de la violencia de género en el ámbito de la pareja se mantuvo constante en el trienio analizado: 50 mujeres fueron asesinadas en 2016, 51 en 2017 y 50 en 2018
Las mujeres que habían presentado denuncia previa tenían una edad media de 38,3 años. Por tramos de edad, la mayor tasa de denuncias –un 47 por ciento del total- se dio entre las que tenían entre 16 y 25 años. Además, el porcentaje de mujeres que habían denunciado fue superior entre las extranjeras (el 31,5 por ciento de ellas) que entre las de nacionalidad española (el 29,9 por ciento). Casi la mitad de las que denunciaron (47,8) vivía con su agresor.
La contribución de los familiares de las víctimas o de terceras personas puede llegar a ser decisiva, señala el Obstervatorio, que destaca otro dato preocupante: el entorno de la víctima sólo presentó entre el 5 y el 7 por ciento del total de denuncias.
La media de edad de las víctimas de feminicidios fue de 43,5 años, muy similar al promedio registrado en periodos anteriores. Es decir, cerca de la mitad de las mujeres asesinadas se sitúan en una franja de edad (entre los 26 y los 45 años) que representa sólo la tercera parte de la población de mujeres mayores de 15 años.
El 64,9 por ciento de las víctimas de feminicidio vivía con el agresor en el momento de su muerte y el 45,7 por ciento tenía o había tenido un vínculo matrimonial con el agresor
A causa de la violencia machista, 102 menores de edad quedaron huérfanos entre 2016 y 2018. El 43 por ciento de las víctimas tenía hijos menores de edad en común con el agresor o bien fruto de una relación anterior. El 75 por ciento de las víctimas eran madres, un dato que, según el Observatorio, indica que la maternidad –junto con la pobreza, la dependencia económica o por discapacidad y el embarazo- es un factor que hace más vulnerables a las mujeres víctimas de la violencia machista y que guarda relación con el elevado porcentaje de casos sin denuncia previa: el miedo atenaza a la víctima, que no denuncia para proteger a sus hijos.
En cuanto al método empleado, el 46 por ciento de las muertes lo fue por arma blanca y el 20 por ciento por asfixia o estrangulamiento. Los golpes y golpes con objetos fueron causa de la muerte en el 13 por ciento de los casos, el mismo porcentaje en el que aparece el uso de arma de fuego.