En aquella época ganó cinco títulos con los rojiblancos (una Liga, tres Copas y una Recopa).
No corren buenos tiempos para los portadores de la historia del Atlético de Madrid. Estas semanas desconcertantes por el impacto del coronavirus en la capital española están viniendo aliñados, para la parroquia rojiblanca, por varios decesos dolorosos. Primero, se notificó el fallecimiento de Radomic Antic, el arquitecto del equipo que firmó un doblete (Liga y Copa) que enterró al Barcelona de Cruyff, Joaquín Peiró o José Luis Capón. Pues bien, este miércoles ha llegado al Metropolitano otra noticia nefasta.
Ha fallecido Miguel Jones, uno de los futbolistas más importantes de la historia del club. Actor indispensable de los triunfos colchoneros en la década de los 60. El delantero polivalente, de origen hispanoguineano, anotaría 50 goles en los 129 partidos que disputó con la camiseta madrileña. Para conquistar una Liga (1965-66), tres Copas (1960, 1961 y 1965) y el primer título europeo 'atlético': la Recopa de Europa de 1962.
Jones, que también compitió para el Osasuna nació en 1938 en Malabo (conocida, entonces, como Santa Isabel, en Guinea Ecuatorial), y falleció el 8 de abril de 2020, a los 81 años. Cabe destacar que su nexo con el fútbol le llegó temprano, pues migró con su familia y vivió desde los cinco años a Bilbao, ciudad donde comenzaría a hacerse valer.
Asomaría su talento lo suficiente para llegar a la Segunda División, a través de clubes como el Barakaldo o el Indautxu (club este que sería semillero también de nombres destacados dentro del balompié vasco como Chus Pereda, Eusebio Ríos o Santiago Isasi). Lo curioso es que, pese al talento demostrado, no jugara en el Athletic de la época.
El relato de su vida deportiva descubre como mentor al entrenador eslovaco Fernando Daucik. Él fue el que le descubrió y quiso que firmara para el Athletic. Pero la política del club vizcaíno impidió la contratación -no había nacido en la provincia- y la atención generada atrajo también al Atlético de Madrid. Cuando Daucik recaló en el banquillo colchonero no dudó en llamar a Jones. En el ejercicio 1959-60.
Cuando arribó a ese peldaño elitista del fútbol español supo rápido que habría de pelear por un hueco. No obstante, por delante, en la lista de delanteros, figuraba una estrella brasileña llamada Vavá. Esta magnética presencia impidió a Miguel jugar con regularidad en su estreno. No pasaría de los seis duelos en los que pudo comparecer. Eso sí, dejó seis goles -cuatro al Elche, en semis de Copa, y otro al Real Madrid, en el triunfo en la final copera-. Consiguió dejar su sello ante el buque comandado por Alfredo Di Stéfano y Ferenc Puskas.
A continuación, con el rol asumido, se las ingeniaría para ser el autor del primer gol de la final de la Recopa de Europa de 1962, en el partido de desempate ante la Fiorentina que acabaría con un apoteósico 3-0. Los rojiblancos tocaron el cielo con su inaugural entorchado continental, en un resultado con rúbrica del angoleño Jorge Mendonça y de Joaquín Peiró. En aquellos años llegaría a ser internacional con España: le llamó José Luis Villalonga para varios partidos previos a la Eurocopa de 1964, aunque no pisaría césped.
Con 29 años decidió retirarse del fútbol, en 1967, pero le convenció el Osasuna para que les ayudara en la Segunda División. Marcaría otros dos goles que sumar a su cosecha global, pero ante la falta de alicientes, tras competir en diez partidos lo dejó. Y pasaría a ocupar el cargo de directivo del Indautxu durante tres lustros. Y disfrutó, desde la distancia, del triunfo en la Copa Intercontinental de compañeros suyos en el vestuario rojiblanco como Adelardo Rodríguez, José Eulogio Gárate o Luis Aragonés.
Precisamente, el 'Sabio de Hortaleza' usaría a la figura de Miguel Jones en una de sus anécdotas. Ocurrió cuando, para motivar a José Antonio Reyes, le instó a defender su valía y personalidad ante Thierry Henry -compañero del andaluz en el Arsenal de la época- de este modo: "Dígale al negro que usted es mejor". Le cayó a Aragonés un mar de críticas, sobre todo provenientes de Inglaterra y Francia. Y, ahí, tiró del recuerdo del que fuera su delantero. Parra eludir las acusaciones de racismo, "Mis mejores amigos son dos personas de color, de color negro, vamos. Uno es Jones, que jugó conmigo en mi época en el Atlético de Madrid, un tipo bárbaro, sensacional. A partir de ahí que no me vengan ya con ninguna historia. Y el último gran amigo que tengo es Samuel Etoo. ¡Por favor!", arguyó el técnico.
Desde el club madrileño se ha lanzado un comunicado en el que sus dirigentes y consejo de administración muestran "su más sincero pésame a todos sus familiares y amigos" por el fallecimiento. "Con la marcha de Jones la familia 'atlética' pierde a otro de los símbolos que lo dieron todo por este club dentro y fuera del terreno de juego", concluye el texto. Osasuna y Athletic se han unido al dolor por medio de las redes sociales.