No alcanzó a levantar cabeza tras verse obligado a depender de otros resultados para pasar de la fase de grupos.
El Real Madrid de Pablo Laso ha confirmado este viernes una debacle del todo inesperada. Ha sido eliminado en la fase de grupos de esta ronda eliminatoria diseñara por la ACB para finalizar la batalla por el título liguero. Se trata de la primera vez en 12 temporadas que el club merengue no alcanza las semifinales y, sin duda, del peor resultado desde que el técnico tomó las riendas del equipo.
Tras caer ante el MoraBanc Andorra hace días, quedando a expensas de los resultados de los otros partidos para mantener la esperanza de acceder a las semis, el preparador ofreció su análisis. Tanto del envite ante los andorranos como de la dinámica que su vestuario ha venido arrastrando desde que se activara el baloncesto tras el parón provocado por el coronavirus.
"Nos ha costado entrar en el partido. No hemos jugado como equipo y hemos sido incapaces de darle la vuelta. No hemos encontrado esa racha ofensiva que necesitábamos. Nos ha faltado un poco de todo, energía, concentración, hemos ido siempre detrás. La sensación de ir por detrás en el marcador nos ha creado ansiedad, pero ha habido más una guerra de guerrillas que un equipo sólido", diagnosticó.
Ni sus famosas broncas en los tiempos muertos ni el botellazo a la grada ejecutado por un impotente Sergio Llull bastaron. El Madrid debía ganar y rezar para que el Valencia perdiera en su duelo ante el Herbalife Gran Canaria. Pues bien, esto segundo no ocurrió: los levantinos no desaprovecharon la oportunidad y arrasaron a los canarios, eliminando a uno de los favoritos.
En consecuencia, el Real Madrid-Casademont Zaragoza, último partido del grupo B, resultó intrascendente. Ya sabían los capitalinos que no jugarían las semifinales ligueras -hecho nunca visto desde 2008-. Y, desde luego, no reeditarían un trono que han conquistado en los dos últimos años. No pudieron acceder a la segunda plaza del grupo y fue el San Pablo Burgos el que entró en el paroxismo.
No queda nada de la excelencia del proyecto merengue en este torneo, Sólo se salva, probablemente, la brillante actuación firmada por Facundo Campazzo ante el Valencia. A partir de ahí, desequilibrios, falta de tino, nula cohesión e intensidad y un ritmo tan bajo que acabó por convertir cada cita en un sufrimiento sorprendente. El punto y final de su temporada ya se ha certificado. Desempolvando las dudas sobre un posible final de ciclo.
Por otro lado, las semifinales se desarrollarán con estos emparejamientos: Barça-San Pablo Burgos y Valencia-Kirolbet Baskonia. Los catalanes, y principales favoritos, se medirán a los castellanos el domingo a las 17:00 horas, mientras que los locales harán lo propio ante los vitorianos el domingo a partir de las 20:00 horas. La final se disputará el martes a las 20:00 horas.