La ministra de Trabajo alardeaba en el Acto del Centenario del PCE de que es una victoria de Podemos en el seno del Gobierno.
El ala podemita y comunista del Gobierno se ha impuesto de nuevo: la ministra de Trabajo Yolanda Díaz ha impuesto la subida del Salario Mínimo Interprofesional de 15 euros, frente al criterio de la ministra de Economía, Nadia Calviño, mucho más prudente en cuanto a la aplicación de esta medida.
"Hemos mandado un mensaje fuerte. No vamos a salir de la crisis bajando el salario, y de ahí que hayamos luchado tanto para subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI)", decía la ministra durante el Acto del Centenario del PCE. Díaz alardeaba de que si Unidas Podemos no estuvieran en el Gobierno, dicha subida no se hubiera hecho, en referencia a la oposición de Nadia Calviño, que ha sido partidaria de tratar el asunto "más adelante" para no ahogar el incipiente crecimiento económico.
En la rueda de prensa posterior al Consejo, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo ha enmarcado este incremento del 1,57 % en el contexto de una recuperación justa.
La subida se encuentra en el rango medio de la horquilla de entre 12 y 19 euros recomendada por la comisión asesora sobre el SMI, un alza que los sindicatos consideran insuficiente, pero que han aceptado porque el Gobierno se ha comprometido a seguir subiéndolo en 2022 y 2023 para situarlo en el 60 % del salario medio al final de la legislatura.
"Nos ponemos a trabajar con carácter inmediato para dar cumplimiento a la senda que los expertos han señalado hasta 2023", ha afirmado la vicepresidenta, quien ha incidido en el compromiso de terminar la legislatura cumpliendo la Carta Social europea, con un SMI equivalente al 60 % del salario medio nacional, lo que equivaldría a 1.049 euros, según los expertos.
La patronal se descolgó del acuerdo al considerar que aún no es el momento de una nueva subida porque todavía tiene que consolidarse la recuperación económica y la del empleo. Los empresarios eran partidarios de dejar pasar 2021 y hablar de la subida en 2022, teniendo en cuenta que había subido un 22 % en 2019 y otro 5,5 % en 2020. No obstante, la vicepresidenta ha señalado que "frente a los agoreros" las subidas del SMI han demostrado su eficiencia económica al reducir dos puntos la brecha salarial de género.
Según la última encuesta anual de estructura salarial de 2019, el 11,12 % de los afiliados a la Seguridad Social cobraban el salario mínimo, esto es, unos 1,8 millones de personas. Sin embargo, el número de beneficiarios es muy superior teniendo en cuenta que el SMI se utiliza como mínimo de ingresos para acceder a ayudas y subsidios, como es el caso de el percibido por desempleados mayores de 45 años con cargas familiares.
El presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, ha insistido este martes en que ahora no es era el momento de aprobar la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) porque "no es bueno para la economía y va a generar más economía sumergida".
En declaraciones a la prensa antes de participar en una sesión del ciclo de conferencias "Agendas Cruzadas Madrid-Barcelona", organizado por el Círculo Ecuestre, Garamendi ha dicho que no entiende por qué el Gobierno ha implementado ahora esta medida, ya que, a su juicio, "no es el momento" porque hay muchos sectores "muy tocados".
Críticas por "insuficiente" y "no pactada"
Pero es que también ha recibido críticas desde las filas de sus socios parlamentarios, como Más País y EH Bildu, que ven insuficiente la subida de 15 euros mensuales, mientras que PP y Cs han cuestionado que el Ejecutivo no haya contado con la patronal para cerrar un acuerdo.
El portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, ha aplaudido en rueda de prensa la subida, ya que considera que "todo lo que sea dignificar la vida de la gente" está "bien", pero ha dicho que quedan asignaturas pendientes como la derogación de la reforma laboral, el acceso a un "trabajo digno" para los jóvenes o abrir el debate sobre una semana laboral de cuatro días.
Por su parte, el líder de Más País, Iñigo Errejón, ha advertido de que el coste de la vida ha aumentado más, lo que se traduce en una pérdida de poder adquisitivo, y ha insistido en que para recuperar los salarios es imprescindible recuperar el derecho a la negociación colectiva y derogar la reforma laboral del PP.
En la misma línea, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, considera que la subida del SMI es "insuficiente para poder garantizar condiciones de vida dignas".
En contra, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha recalcado que no ha habido acuerdo de todo el diálogo social y ha avisado de que antes de subir salarios hay que garantizar el empleo y la productividad del mercado de trabajo. "Se ha de garantizar empleo para garantizar salarios...y en política económica es importante una seriedad y todavía debemos recuperar todo el empleo perdido", ha puntualizado.
Opina lo mismo el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, que considera "lamentable" que el Gobierno haya tomado la decisión de subir el SMI de forma "unilateral", sin llegar a un acuerdo con la patronal. También ha criticado que no haya tenido en cuenta la opinión de la oposición y de los expertos para determinar por ejemplo si esta medida, que ha calificado de "ocurrente, propagandística y populista", va a "crear más paro".
El portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, cree que "nadie puede estar en contra" de una subida salarial, pero ha advertido de que no debe ser "a costa de los que crean empleo", sino que debe hacerse "reduciendo la aportación a la Seguridad Social".