El base estadounidense consigue por primera vez esta distinción y el técnico del equipo californiano, que suma su 9º anillo, ha demostrado su capacidad de dirigir a un equipo de leyenda.
Stephen Curry se ha adjudicado este viernes el MVP de las Finales de la NBA, la primera vez que la estrella de Golden State Warriors consigue este galardón.
Curry ganó este reconocimiento, también conocido como premio Bill Russell, al ser fundamental en las Finales que los Warriors se anotaron al derrotar por 4-2 a Boston Celtics.
Este es el cuarto anillo para Golden State en los últimos ocho años, pero en los tres anteriores Curry no se llevó el MVP de las Finales: Andre Iguodala lo ganó en 2015 y Kevin Durant lo hizo en 2017 y 2018.
En el sexto partido, que se jugó en la madrugada de este viernes en Boston (EE.UU.) y resultó definitivo, Curry sumó 34 puntos (con 6 triples), 7 rebotes y 7 asistencias.
El base, al que se le vio con grandes lágrimas de alegría nada más acabar el partido, suma este premio a los dos MVP de la temporada regular que consiguió en 2015 y 2016.
"Doy las gracias a Dios cada día por poder jugar este deporte al máximo nivel, con estas personas increíbles", dijo Curry a la televisión estadounidense sobre la pista nada más terminar el sexto partido.
"Al empezar la temporada nadie pensó que estaríamos aquí (...). Es increíble, es surrealista", añadió al subrayar que los Warriors tocaron "fondo" en los dos últimos años con las lesiones pero se recuperaron para llegar a lo más alto.
Posteriormente, y ya con el MVP de las Finales en la mano, Curry destacó que este anillo es el resultado de combinar "el pedigrí de campeones" y la "experiencia" de Golden State con "la energía fresca" de jóvenes que están "hambrientos" de seguir creciendo. "Este anillo es diferente, por supuesto", afirmó.
Curry confirma la resurreción de los Warriors
Después de caer en las Finales de la NBA de 2019 ante Toronto Raptors, los Warriors empezaron una travesía por el desierto de dos años sin jugar los playoffs en los que Klay Thompson acumuló casi 1000 días sin jugar por dos lesiones gravísimas y Stephen Curry se perdió prácticamente entera la temporada 2019-2020 al romperse la mano izquierda.
Con sus dos estrellas de vuelta en la cancha, los Warriors resucitaron esta temporada a lo grande y terminaron terceros en el Oeste con un balance de 53-29.
Curry rindió a un nivel excelente en este curso y se convirtió en el primer jugador en la historia de la NBA en meter más de 3.000 triples.
Además, el base se proclamó MVP del All-Star con una descomunal exhibición desde el perímetro: 16 triples para 50 puntos en total.
Curry promedió 25,5 puntos, 5,2 rebotes y 6,3 asistencias a lo largo de la temporada regular, pero su contribución aumentó de manera rotunda en las eliminatorias. El base de 34 años logró en las Finales ante los Celtics 31,2 puntos (con más de 5 triples), 6 rebotes y 5 asistencias de media por encuentro y dejó algunas actuaciones memorables como los 43 puntos que consiguió en el cuarto duelo en Boston para que los Warriors recuperaran el factor cancha.
Steve Kerr, el líder silencioso de un equipo de leyenda
Líder silencioso, calmado, reflexivo y a la vez con alma competitiva, Steve Kerr ha celebrado este viernes en el TD Garden de Boston su cuarto título como entrenador de Golden State Warriors en apenas ocho años en el cargo, lo que se suma a los cinco anillos ganados en su carrera de jugador con Chicago Bulls y San Antonio Spurs.
Kerr, ciudadano estadounidense nacido en Beirut (Líbano) en 1965, cuando su padre, asesinado en 1984, presidía la Universidad Americana de Beirut, enriqueció una carrera ya legendaria gracias al triunfo por 103-90 de los Warriors en el campo de los Celtics que cerró la serie de las Finales por 4-2.
Sin necesidad de levantar la voz o de buscar protagonismo, Kerr guió a los Warriors hacia un ciclo que ya es historia de la NBA, así como fue parte de la dinastía de los Bulls de Michael Jordan en los años 90.
En una NBA en la que reina lo extraordinario, tanto en la pista como fuera de ella, Kerr es un ejemplo de elegancia, respeto y humildad.
"Sólo estoy rodeado de la gente correcta. Si estás alrededor de súper estrellas por un tiempo suficiente, conseguirás una parte residual de éxito", aseguraba el técnico en la rueda de prensa de la víspera, preguntado sobre la posibilidad de sumar su noveno título de campeón de la NBA de su carrera.
Kerr conquistó cinco títulos de la NBA como jugador -tres con los Bulls de Michael Jordan y dos con los Spurs- y cuatro como entrenador de los Warriors.
"Me identifico con jugadores que no salen de inicio, más que con las súper estrellas, porque tengo experiencia saliendo del banquillo", ha recordado Kerr.