El 12 de julio se lidiaron seis toros de Jandilla que protagonizaron un encierro rápido. Dieron salida al primero de la tarde, Selvalimpia (1º), del hierro de Vegahermosa. Diego Urdiales alarga un galleo extraordinario, llevando al contrario a los medios. Talavante hace el quite con el capote por la espalda, pero con enganchones. El toro se llevó un rehilete en la paletilla. Urdiales brinda al público y comienza la faena. Se da cuenta de que el toro quedó lesionado de mano derecha, que le condiciona porque escarba. A pesar de esto el astado se repone y toma el engaño yendo fijo. Diego Urdiales mide el tiempo, le deja respirar. De suavidad, Urdiales pasa a exigir más al toro. Al natural, aguanta un peligroso extraño del toro. La faena clásica, de naturales profundos, ligados, acompañados de iguales derechazos. Tarda en fijarlo para la suerte contraria. Ejecuta el volapié tan confiado, que la espada entra entera, pero algo caída de lado contrario. Se dobla al sonar el aviso. La petición desatendida por la presidencia. Saludo. Tampoco consiguió un trofeo con Tonadillero (4º), un castaño de buena lamina. El toro se empeña mucho en el caballo. Sin enganchar en el capote, comienza a rebrincar y cabecear, enganchando la muleta de remate. Urdiales consigue ordenar sus embestidas: al natural, hace una serie larga, aguantando algunas tarascadillas del contrario. Torea por abajo para cuadrar. Suena el aviso. Un pinchazo en buen sitio a un animal que estaba distraído, moviéndose. La media espada, caída, algo delantera hace doblar al cuarto de la tarde.
Talavante regresa a Pamplona tras cinco años de ausencia. Tabarro (2º) acusa la falta de fuerza, pierde las manos, aunque Talavante lo lleva con suavidad. Viendo esto Ginés desiste del quite. El matador apuesta por los pases de rodillas, citando al toro que cambió la trayectoria de embestida. Arriesga mucho. Alguien tira una pelota al ruedo… El morlaco se anima y acomete con ganas, con codicia, pero las fuerzas le fallan. Talavante no mide algunos pases y el toro pierde las manos al rematar varias tandas. Hubo muletazos templados, otros enganchados. Bernardinas y un pinchazo en la paletilla. El segundo intento de entrada a matar salió igual de feo. A la tercera el acero cae trasero. Rufián (5º), el más pesado, salió con genio, astillando las tablas. Tomó la vara, enganchó y estuvo a punto de descabalgar al picador. Ginés hace un medido quite de dos chicuelinas y media verónica. Miguel Murillo es ovacionado por sus dos pares de banderillas. El toro va galopando, Talavante arranca la faena al natural. Surge un muletazo tras muletazo, el toro va acompasado con el torero, comiendo la franela Ni siquiera Eolo es capaz de emborronar el conjunto. Gran Rufián. Buen Talavante. Alarga la faena, el toro se desentiende de tanta cercanía. Magníficos pases de remate. El acero entra a medias y caída, el torero se topa con los pitones. Un aviso. Descabelló se atasca. Ovación en el arrastre. Saludo al torero. Una vuelta al ruedo.
Tapabocas (3º) salía suelto, marcaba la tendencia hacia las tablas. Viotti fue ovacionado por unos buenos pares de banderillas. Ginés le fija la embestida con pases flexionados. El toro suelta mucho la cara y tiende a alejarse mucho, desajustando las tandas. Al natural, el toro se deja llevar con unos pases más largos. Marín intercala un afarolado y remata con uno de pecho. Al volver al pitón derecho, el burel desiste. Ginés aprovechó la condición del toro, que no tenía mucho son. Las bernardinas antes de poner la estocada que sale tendida, pero entera. El aviso. Descabelló a la primera. Una petición no atendida. Infante (6º) al pisar albero da un salto, sale con bríos. De cornadura abierta, anda tras la muleta escarbando y tardando. Embiste sin ton ni son, administrando algún que otro derrote. Imposible corregir sus arrancadas. Ginés da fin al sexto con una magnífica estocada que per se podría bastar para un trofeo. La presidencia no está para estos matices.
Si (
No(
