El equipo azulgrana protagoniza la primera derrota del elenco de Ancelotti en su feudo esta temporada. Se impone por 0-1. Santiago Bernabéu.
El Barcelona, sin tres de sus mejores jugadores y en su versión más defensiva, ha conseguido este jueves sacar ventaja en la ida de semifinales de la Copa del Rey al imponerse por la mínima al Real Madrid por 0-1 con un autogol de Militao ocasionado por Kessié.
El elenco de Carlo Ancelotti, que perdió por primera vez esta temporada en el Santiago Bernabéu y que no disparó a puerta, no pudo aprovechar la oportunidad para acrecentar las dudas de un Barcelona que llegaba al Clásico tras encadenar dos derrotas seguidas.
El cuadro de Xavi Hernández enlazó su segundo triunfo seguido en los Clásicos. Volvió a ser sólido en defensa y sacó renta para la vuelta del Camp Nou que se disputará el 5 de abril y en la que volverá a contar con Lewandowski, Pedri y Dembélé.
Kessié provoca el autogol del Madrid
El tercer Clásico de la temporada empezó con ambos equipos tanteándose. Los dos ejercían presiones adelantadas para dificultar las salidas de balón. El Madrid era más vertical en sus aproximaciones. En fase defensiva, el Barcelona dejaba descolgado a Ferran Torres como referencia en ataque y juntaba sus líneas. Como se preveía, Araujo volvía al lateral derecho para frenar a Vinicius. Camavinga fue la principal novedad en el elenco local y Marcos Alonso, que disputaba su primer Clásico, la del lado azulgrana en lugar de un Christensen con molestias físicas desde el entrenamiento del martes.
El cuadro de Ancelotti presionaba con siete futbolistas en campo contrario. Modric marcaba a un Busquets que se convirtió en el jugador con más Clásicos disputados de la historia con 46, al desempatar con Messi y Sergio Ramos. El conjunto local, como es habitual, comenzaba a inclinar su ataque por el flanco de Vinicius.
La presión del elenco blanco surtía efecto, puesto que recuperaba rápido el cuero y dominaba el partido ante un combinado azulgrana que volcaba sus llegadas por el costado derecho con Raphinha. En un robo a Kessié en la medular de Camavinga, el Madrid dio el primer aviso con una transición rápida que acabó en gol de Benzema, anulado porque el delantero francés estaba adelantado. Precisamente, el actual Balón de Oro probó fortuna con un golpeo desde la frontal que despejó Koundé.
Tras unos minutos de sometimiento local, el Barça empezó a tener protagonismo con el balón. Kroos estaba pendiente de De Jong y Kessié era el único mediocentro liberado, aunque al marfileño le costaba romper líneas.
El Bernabéu se encendió en un balón dividido entre Vinicius y De Jong. Ancelotti sabe lo capital que es el centrocampista neerlandés en la construcción del juego blaugrana al ser el que más dinamismo le da a la posesión culé. Munuera Montero pitó falta del brasileño y el templo madridista gritó como protesta: "Corrupción en la federación".
El Madrid pagó caro un error en la salida de balón de Camavinga. El Barcelona transitó rápido con Ferran que habilitó a Kessié y el ex del Milan superó a Courtois con su zurda y beneficiado por el rechace que tocó en Militao para introducirse en la portería blanca. Una acción muy justa que tuvo que revisar el VAR y, tras segundos de incertidumbre, el gol subió al marcador.
El cuadro de Ancelotti se sobrepuso a los minutos de dominio azulgrana y Modric protagonizó una nueva llegada peligrosa con un chut que salió cerca de la portería de Ter Stegen. El envite bajó un poco de ritmo con un elenco de Xavi que seguía aproximándose más por el lado derecho. El club catalán replicó con otra transición rápida en la que Balde pudo internar por su sector y su centro fue muy pasado para Raphinha.
El duelo se igualó en los últimos compases del primer periodo. Los dos equipos merodeaban sendas áreas y Carvajal sorprendió a la zaga culé con su desmarque dentro del área que no pudo finalizar con precisión al salir su volea por alto. El líder de LaLiga logró contener los acercamientos locales con un trabajo defensivo más colectivo ante un Real Madrid espeso, sin ideas en la sala de máquinas y que buscaba el terreno rival con desplazamientos verticales sin éxito.
El Barça recupera la fiabilidad defensiva y anula al Madrid
El Real Madrid comenzó siendo más protagonista que su adversario. Al combinado de Xavi Hernández le costaba mantener el cuero ante la presión local que buscaba darle más velocidad una vez superado la mitad del campo. Aproximándose más por el flanco derecho, Vinicius protagonizó la primera ocasión y su disparo fue rechazado por Koundé. Camavinga intentó sorprender al guardameta alemán con su golpeo que se marchó alto.
El conjunto de Ancelotti conseguía dificultar la circulación del Barcelona que pretendía romper líneas con balones en largo de sus defensores. El cuadro de Xavi quería dormir el choque con posesiones largas de un lado a otro sin arriesgar y obligando a su contricante a que subiera su presión para encontrar espacios. Para ello buscaba a Ferran, poco acertado a la hora de aguantar el esférico e iniciar una transición rápida de su equipo.
El Barça juntaba sus líneas y defendía más cerca de la portería de Ter Stegen. El Madrid causaba peligro con varios centros laterales que eran despejados por la defensa visitante. El club de Chamartín continuaba imponiéndose en la recuperación tras pérdida y asumía riesgos ante posibles contras azulgranas. En una estuvo cerca de plantarse Raphinha en un mano a mano con Courtois pero lo evitó Camavinga con una gran recuperación.
El envite entró en un tramo de imprecisión de sendas escuadras en la zona de tres cuartos. Los dos optaban por centros laterales al no hallar huecos con sus juegos interiores. Para desatascarlo, Ancelotti introdujo a Rodrygo, que reaparecía tras perderse el derbi madrileño. Xavi metió a Ansu Fati, que no jugó en Almería, en lugar de un exhausto Raphinha.
El Real Madrid acusaba el cansancio y no replegaba igual que en el primer tiempo. El Barcelona tuvo una ocasión manifiesta de gol al armar una transición rápida en la que Ferran, que pasó al extremo derecho, centró al corazón del área chica donde Kessié remató solo y el disparo raso del marfileño impactó en Ansu Fati en una ocasión que iba directo a puerta.
El campeón de la Supercopa de España mostraba su fiabilidad defensiva que cortocircuitaba al elenco madridista, falto de fluidez a la hora de mover el cuero y cuyos centros proseguían siendo despejados. Ancelotti introdujo a Tchoauméni en lugar de Kroos para resfrescar la medular. El combinado blanco no lograba hacer daño al recuperar rápidamente el balón frente a un Barça que se precipitaba a la hora de armar contrataques.
Visto el atasco ofensivo, Ancelotti sacó a Álvaro Rodríguez, que estrenó su cuenta goleadora con el primer equipo ante el Atlético, por un fatigado Modric. Xavi Hernández quería conservar la renta y renovó el centro del campo metiendo a Sergi Roberto por Kessié.
Rodrygo, dada la dificultad de penetrar en el campo blaugrana, se acomodó el balón y su chut desde la frontal del área se marchó cerca de la portería de Ter Stegen. En el descuento, las aproximaciones locales fueron contrastadas por una notable defensa blaugrana que volvió a ser fiable como en la mayoría de partidos de LaLiga. Tras sus derrotas ante Manchester United y Almería, el Barça vuelve a sonreír para tomar ventaja en el camino a la final de la Copa del Rey. Dentro de 17 días, el segundo Clásico con el campeonato doméstico en juego.
Ficha técnica
0 - Real Madrid: Courtois; Carvajal, Militao, Rüdiger, Nacho (Rodrygo, m.67); Camavinga, Kroos (Tchouaméni, m.74), Modric (Álvaro Rodríguez, m.84); Valverde, Vinícius y Benzema.
1 - Barcelona: Ter Stegen; Araujo, Koundé, Marcos Alonso, Balde; Busquets, Kessie (Sergi Roberto, m.86), De Jong, Gavi; Raphinha (Ansu Fati, m.69) y Ferran Torres.
Gol: 0-1, m.27: Militao, en propia puerta.
Árbitro: Munuera Montero (colegio andaluz). Amonestó a Vinícius (24), Nacho (55) y Valcerde (73) por el Real Madrid; y a Rapinha (45), Gavi (51), Kessie (66) y al técnico Xavi (90) por el Barcelona.
Incidencias: encuentro de ida de las semifinales de la Copa del Rey disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 63.000 espectadores.