La presidenta del Banco Central Europeo (BCE),
Christine Lagarde, dijo este jueves que la entidad debe subir más sus tipos de interés porque la inflación es muy elevada.
Lagarde consideró en un discurso en una conferencia de las Cajas de Ahorro alemanas en Hannover (norte) que "hoy la inflación es demasiado elevada y va a seguir así demasiado tiempo".
"Estamos determinados a bajarla de nuevo a nuestro objetivo a medio plazo del 2 % a tiempo", apostilló la presidenta del BCE.
Por ello, explicó Lagarde, el BCE comenzó en julio del año pasado a subir los tipos de interés al ritmo más rápido hasta ahora y ha dejado claro que todavía tienen camino que recorrer para llevar las tasas de interés a niveles suficientemente restrictivos.
"Estas subidas ya se transmiten con fuerza en las condiciones del préstamo bancario, incluido aquí en Alemania", y todavía "es necesario un endurecimiento considerable", según Lagarde.
No obstante, es incierto con qué fuerza se transmitirá la política monetaria del BCE a la economía real, según Lagarde.
"Así, necesitamos continuar nuestro ciclo alcista hasta que estemos confiados de que la inflación está en el camino de volver a nuestro objetivo a tiempo", afirmó Lagarde en la vigésimo séptima Conferencia de las Cajas de Ahorro alemanas 2023 titulada "Porque se trata de más que dinero".
Lagarde dijo que el tope al que el BCE subirá sus tipos de interés dependerá de su valoración de los datos económicos, que son las perspectivas de inflación, la tendencia de la inflación subyacente y la fortaleza a la que se transmite la política monetaria.
El BCE comenzó a subir sus tipos de interés en julio del año pasado y desde entonces los ha incrementado en siete ocasiones consecutivas hasta el 3,75 %.
Los precios siguen altos
La inflación interanual de la eurozona disminuyó nueve décimas en mayo con respecto a la del mes anterior, hasta el 6,1 %, según el dato preliminar publicado este jueves por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat.
De esta forma, la inflación de la zona euro recupera la senda descendente que se había visto truncada en abril con un alza de una décima tras cinco meses consecutivos de reducciones después de que en octubre del pasado año alcanzase el récord histórico del 10,6 % aupada por los precios desorbitantes de la energía, especialmente del gas.
Pero en esta ocasión, el retroceso se observa también en el dato de inflación subyacente (excluye del cálculo energía y alimentos sin procesar por tener un comportamiento más volátil), que ralentizó su crecimiento el mes pasado desde el 7,3 % de abril hasta el 6,9 % de mayo.
Si además de energía se excluyen también todos los alimentos (procesados y sin procesar), el alcohol y el tabaco para obtener la inflación subyacente que utiliza el BCE en sus decisiones de política monetaria, el aumento de los precios se cayó tres décimas, hasta el 5,3 %.
Este descenso se explica principalmente por el comportamiento de los productos energéticos, cuyo precio registró en mayo una caída del 1,7 % con respecto al mismo mes del año precedente y que se amplía hasta un descenso del 2,2 % en tasa mensual.
Otro elemento que explica el retroceso de la tasa nominal también es el menor incremento en el precio de los alimentos, el alcohol y el tabaco, que pasaron de crecer un 13,5 % en abril a un 12,5 % en mayo con respecto a 2022, aunque en tasa mensual aumentaron cuatro décimas.
El crecimiento más moderado de los precios en mayo queda patente también en las otras dos categorías de productos: la cotización de los bienes industriales no energéticos cayó cuatro décimas (hasta el 5,8 %) y la de los servicios descendió dos décimas (hasta el 5 %).
A pesar de todo ello, la inflación se sitúa todavía varios puntos por encima del objetivo a medio plazo que tiene que perseguir el Banco Central Europeo (BCE), que en julio del pasado año comenzó a subir los tipos de interés hasta alcanzar la cota del 3,75 % tras el último incremento.