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Novela

Gustavo Martín Garzo: El último atardecer

lunes 11 de septiembre de 2023, 09:36h
Gustavo Martín Garzo: El último atardecer

Durante el mes de agosto y principios de septiembre, Los Lunes de El Imparcial recuperan algunas críticas más leídas de libros destacados. ¡Felices lecturas!

Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2023. 240 páginas. 19, 50 €. Libro electrónico. 12, 99 €.

Por Luisa Martínez

En El árbol de los sueños, una mujer relata cuentos entrelazados cada noche no a un sultán, como en Las mil y una noches, referente de esta obra de Gustavo Martín Garzo-, sino a sus dos hijos, un niño y una niña. El escritor vallisoletano –autor también de las novelas No hay amor en la muerte y La rama que no existe, y del ensayo Elogio de la fragilidad, entre otros títulos-, daba cuenta de su fértil imaginación, haciendo que la fantasía volara en absoluta libertad. La fantasía, entremezclada con la realidad, también está presente en la novela que acaba de publicar, El último atardecer, una historia que nos atrapa desde sus primeras páginas: “Torrelobatón. Invierno de 2012 17 de febrero. El comienzo Por fin he llegado a mi destino. Es un pueblo muy pequeño, de apenas trescientos habitantes, situado en el centro de la comarca de los Montes Torozos, en la provincia de Valladolid. Me alojo en La Posada del Castillo, una casa rural que reservé por internet. Estamos en temporada baja y salvo algún fi n de semana es raro que tenga huéspedes, a causa del frío que hace aquí en invierno. La dueña me dejó la llave escondida junto al buzón. Vive en Madrid, y al decirle que iba a ser la próxima médica del pueblo, todo fueron facilidades para mí. La calefacción estaba encendida cuando llegué y la temperatura era más aceptable. Me ha sorprendido lo acogedora y bonita que es la casa, hasta hay una pequeña biblioteca y una colección de discos de vinilo, como los que teníamos nosotros. Llegué de madrugada y las calles estaban vacías. La noche era preciosa, con todo el cielo lleno de estrellas, como ojillos de gente loca. Me acerqué a ver el castillo, que está junto al ayuntamiento. Sorprende lo bien conservado que está. Te vas a reír cuando te cuente por qué elegí este lugar. Encontré su nombre en la lista de las plazas que se ofertaban en el ministerio y, mirando en internet, descubrí algo que me cautivó”.

Quien habla es María, protagonista de la novela, que, a modo de diario, nos cuenta su experiencia en el pueblo de Valladolid, Torrelobatón, donde se ha instalado como médico de familia. Lo ha elegido porque en él se rodó una película, El señor de la guerra, protagonizada por Charles Heston, que nunca ha podido olvidar. La vio de adolescente con su padre, también médico, una figura con la que mantiene estrechos lazos y que sigue sintiendo a su lado, a pesar de que ha fallecido: “Tenía solo diecisiete años cuando moriste, y eras mi luz”. En el pueblo, María descubrirá una vida repleta de sorpresas, y conocerá el amor y una cierta felicidad, pero asimismo el sufrimiento y el misterio porque “no hay forma de saber lo que hay en el corazón de los demás”. Como en el de Roco, un silencioso emigrante al que se le conoce por ese nombre -en alusión al filme Roco y sus hermanos, de Luchino Visconti-, debido a su extraordinaria belleza.

Martín Garzo nos sirve una gran historia, repleta de la sensibilidad que le caracteriza, poblada por más que sugerentes personajes, y no sólo María. Junto a ella, algunos de los habitantes de Torrelobatón, como Carmen, la dueña de la casa rural donde vive María al principio, o el pintor Frank, entre otros.

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