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Entrevista

María Carrasco, bailaora: "Aquí no se sabe todavía la magnitud que tiene el flamenco"

lunes 10 de marzo de 2008, 01:51h
Usted es habitual en los escenarios de medio mundo. ¿El público extranjero es más apasionado?

Es un público muy entregado a la causa española, sin complejos, gente DYC, sin complejos. Aquí todavía hay muchos complejos por demostrar amor al flamenco. Nos guste o no nos guste el flamenco y los toros es algo muy genuino español, que conoce todo el mundo y que es únicamente nuestro. Pero mucha gente nunca ha ido a un espectáculo de flamenco, ni a los toros, muchísima gente no ha ido al teatro en España. Muchos programadores internacionales tienen miedo cuando programan flamenco a que se les relacione con el mundo de la pandereta.



Acaba de concluir un festival de flamenco en Jerez, en el que la mayor parte de las acreditaciones venían de fuera de nuestras fronteras... ¿Triste?

En el extranjero tienen pasión por el flamenco, y lo tienen catalogado como un arte de primer orden. Aquí no se sabe todavía la magnitud que tiene el flamenco, se sabe la magnitud del jamón, pero no la del flamenco. Si el jamón y el flamenco los tuviera Italia, estaría en el mundo entero. Hay más demanda que oferta.

¿Cómo es su manera de manera de vivir el flamenco? Se mueve entre lo contemporáneo, lo conservador, el respeto a las raíces...

Siempre digo que en mis espectáculo primero está el teatro, después la danza y después el flamenco. Es decir, en mi espectáculo todos son flamencos, no intento fusionar el flamenco con la danza contemporáneo, creo que no es necesario. Nosotros hacemos flamenco en cuerpos contemporáneos. Los que hacen flamenco hoy en día tienen otras técnicas, han estudiado la danza clásica, la contemporánea... Tienen un matiz en los movimientos que ofrecen que le dan un aire fresco.

¿Qué es lo que prima en sus espectáculos?

La destreza no es lo que más me importa. Considero que somos atletas por formación, pero que no transmitimos destreza, sino que transmitimos emoción.

Escuché a un guitarrista flamenco decir que su magia residía en que se parara el tiempo. ¿Piensa igual?

Siento algo parecido. Incluso dicen que me he poseído, y sí, a veces pienso que es verdad y no he doy cuenta hasta que me veo en vídeo y dígo, sí, estaba poseída (risas).



Quién le poseía, algún espíritu benefactor...

El espíritu de Soledad Montoya, un personaje de un poema lorquiano, el "Romance de la pena negra", que es un poema que dice: Soledad, por quién preguntas sin compaña y a estas horas? Pregunte por quien pregunte dime, a ti que se te importa. Va preguntando todo el rato, ¿Soledad por quién preguntas? Y habla del paso de las mujeres a lo largo de los años y los años, en los que las mujeres estaban, pero nadie preguntaba por ellas. Esta visión lorquiana la incluimos en "Compás de Lorca".

Dos nominaciones a los premios Max este año. ¿Qué tal le han sentado?
Competíamos con el ballet de Cristina Hoyos, que en realidad es el Ballet Andaluz, una compañía nacional, y el Teatro Nacional de Cataluña, que es igual. Para nosotros era mucho orgullo porque era competir con dos compañías estatales, hechas con dinero de todos. Una compañía privada como la nuestra tenía muy difícil competir con esas dos grandes.

¿Cuál es la dependencia de la imagen, de las relaciones públicas, para lograr un reconocimiento que no siempre dan las tablas por sí solas?

No son todos los que están, ni son todos los que son. En este país hay muchas compañías de flamenco, pero hay muy pocos nombres conocidos. Lamentablemente, la gente no va a ver flamenco, van a ver a personajes, que son los que llenan los teatros.

¿Compensa cultivar ese lado público, mediático, para lograr llenar esos teatros?

Compensa totalmente, pero para eso hay que valer. Si yo trabajo desde las diez de la mañana ensayando, difícilmente voy a estar de marcha hasta las seis de la mañana, un día, dos, sí, pero no siempre. Hay quien basa su trabajo en eso, porque hay mucha gente que así lo hace. Estar en sitios apropiados, cultivando las relaciones públicas, pero luego, difícilmente van a poder ensayar a las diez de la mañana.

Además de las candidaturas para los Max, el 19 de abril le entregan el Micrófono de Oro, que concede Federación de Asociaciones de Radio y Televisión.

No, no, yo no soy modesta, como quien dice que no se merece un premio y tal. Pienso que sí, que merezco todos los premios, porque he trabajado mucho, ha sido mucho sacrificio, mucho esfuerzo.

En sus espectáculos mezcla tango, por ejemplo. ¿Está abierta a otras latitudes sonoras?
Estudio mucho los personajes, sobre todo en obras como "Carmen" o "El compás de Lorca", donde se hace un trabajo sobre personajes. Estudio a Carmen, a don José, y veía que el tango argentino, que es un baile pasional y seductor, casaba muy bien con la historia del torero. No es una historia de fuerza, de celos, como la que tiene con don José, sino que es una historia de seducción.



"¿Cómo se enfrentó a Carmen, uno de los personajes más abordados de la historia de espectáculos?"

Había visto muchísimas "cármenes", pero yo creo que no se llegaba a comprender el personaje. Hice una gira en América con "Carmen", y un productor que vino de gira con nosotros, y que había trabajado la obra en clásico y con otras compañías, me dijo "es la primera vez que he entendido la historia". Además, me sedujo mucho el libro de Merimée, una historia basada en todos esos elementos románticos, la pasión, el destino, la gitanería, los grandes viajeros, el amor por España y lo escondido. Está lleno de imágenes teatrales. Tampoco pude dejar pasar alguno de los fragmentos de la ópera de Bizet que son maravillosos.

Volviendo al flamenco, ¿prefiere algún palo más que otro?

La grandeza del flamenco es que sus distintos palos llevan a muchos matices. Por ejemplo, la profundidad en la soleá, el desparpajo en una alegría, la picardía en un tango... Un buen intérprete del flamenco debería, aunque siempre elija unos palos que le gusten más, moverse en todo un abanico muy versátil. Eso es el flamenco, ir de la tragedia a la alegría, al cachondeo casi.

¿En Madrid es fácil hacer carrera en el flamenco?
Lo peor que te puede pasar si eres bailaora es ser de Madrid. Una andaluza tiene el apoyo de los andaluces, si eres de Madrid parece como si los madrileños no fuésemos flamencos. Aquí están las compañías subvencionadas por la Comunidad de Madrid y las compañías que están dentro de las redes de la Comunidad pues bien, casi todas proceden de Andalucía. A mí no me van tienen que apoyar en Andalucía, sino en Madrid. Tengo la compañía en Madrid desde hace muchos años, y la Comunidad de Madrid no me ha apoyado en nada. Y eso que cuando salgo fuera, me dicen siempre que soy andaluza, y les digo que no, que soy de Madrid, de Antón Martín. Creo que el arte es universal, y no debe de estar localizado, pero en cuanto a las ayudas, lo peor que te puede pasar en el flamenco es ser de Madrid.

Madrid debería ser el trampolín del flamenco al mundo, ¿no?
En Madrid caben todos, pero no fuera cabemos todos. En Aragón apoyan a los artistas aragoneses, en Andalucía a los suyos, y en Madrid a todos... pues los madrileños estamos en desventaja.

¿Animaría a sus hijos a seguir sus pasos?
No. La verdad es que no.

¿Mucho sacrificio, mucha soledad?
Tienes que ser un apasionado totalmente por este trabajo y, realmente, no es que te pierdas las cosas de la vida, pero tienes que darle tanto tiempo si quieres estar ahí, que hay pensarlo. Creo que la vida hay que vivirla...

¿Con ambiciones más accesibles?
Supongo que sí.












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