el clásico

El capitán del Real Madrid, Iker Casillas, tiene claro que no deben "obsesionarse" con el enfrentamiento que podría darse contra el Barcelona en los cuartos de final de la Copa del Rey e, incluso, aseguró que después de tantos enfrentamientos en los últimos años entre ambos los encuentros "parecen hasta descafeinados".

El sábado de 10 de diciembre regresa una de las citas ineludibles del deporte internacional. El Santiago Bernabéu acoge un nuevo episodio del enfrentamiento particular que disputan los dos gigantes del fútbol español. La intensidad de los duelos acontecidos la pasada temporada, con final de Champions League y Copa del Rey de por medio, transfiere a este “clásico” el tradicional ambiente de máxima rivalidad. Para comprender cuál es el aliño psicológico con el que ambas instituciones afrontan el partido, EL IMPARCIAL repasa la inercia que Madrid y Barça dibujan en las últimas ediciones de sus choques directos en el coliseo madrileño.

El posible enfrentamiento entre el Real Madrid y el Barcelona en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey se jugaría el miércoles 18 de enero a las 22.00 horas y el encuentro de vuelta, en el Nou Camp el miércoles 25 también a las 22.00 horas.

El clásico que se avecina representa un desafío para los analistas más prestigiosos del balompié. Muchas son las incógnitas que un partido de esta dimensión ofrece al espectador, ya que la relevancia de los 90 minutos convierte cada movimiento táctico en un enigma para el rival. Mourinho y Guardiola tratarán de sorprender al banquillo de enfrente con un cambio de estrategia, una modificación de la posición de un jugador en concreto o la inclusión en el once inicial de un nombre que no figuraba en las quinielas. El Imparcial trata de desenredar este laberinto en las horas previas al “clásico”.