inmersión lingüística

La cumbre en defensa del modelo de inmersión lingüística que reunía este miércoles a los partidos catalanes para dar una respuesta conjunta ante el proyecto de reforma educativa del minisitro Wert, ha finalizado con la decisión del Govern, todos los partidos menos PPC y Ciutadans, y el Consejo Escolar de Cataluña de actuar de manera "unilateral" si el responsable de Educación no acepta una "enmienda profunda" de la Lomce.

Los europarlamentarios nacionalistas de CiU, Iniciativa per Catalunya-Verds y ERC, así como los del PSC, han pedido por carta reunirse este miércoles con la consejera comunitaria de Educación, Androula Vassiliou, para elevar una queja y denunciar lo que, a su juicio, está siendo un "ataque frontal" del Gobierno de Mariano Rajoy contra la lengua catalana.

La mayoría de partidos políticos, a excepción de Partido Popular y Ciutadans, ha criticado la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) por la que se pretende transformar al catalán en una asignatura optativa. Mientras el PSOE lo califica de un "giro conservador", PNV y Amaiur se muestran contrarios a lo que creen es un proceso de "españolización" de la educación.

Las elecciones catalanas llegan en un momento en el que la insatisfacción por la sanidad y la educación catalana es palpable. Recortes en los servicios sanitarios, el euro por receta, el uso del castellano en las aulas y la merma en la capacidad de decisión de la Generalitat en los contenidos de las asignaturas junto al enfado por el objetivo del ministro Wert de españolizar a los alumnos llevan al Ejecutivo catalán y a parte de la ciudadanía al enfrentamiento con el Gobierno central.

Los profesores de Mallorca han suspendido temporalmente la huelga en la enseñanza pública y concertada, aunque esperarán a conocer la decisión en otras islas para fijar nuevas movilizaciones.

La Generalitat deberá introducir el castellano en las aulas en las que un alumno deseé recibir su educación en dicha lengua. Así lo ha determinado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña después de que varias familias denunciaran las barreras existentes para que sus hijos recibieran las clases en castellano.

La guerra a tres bandas entre el Gobierno, el Ministerio de Educación y la Generalidad está servida a cuenta del proyecto de Ley en el que trabaja el Ejecutivo para transformar el catalán en una asignatura optativa, algo que Artur Mas considera una "ofensiva". La tensión ha ido creciendo a lo largo de la jornada hasta el punto de que Irene Rigau, consejera catalana de Educación, ha abandonado la reunión sectorial prevista para este martes por la política "inadmisible" del ministro Wert.

En lo que ha calificado una "ofensiva" contra la lengua catalana, Artur MAs, presidente en funciones de la Generalidad, ha convocado una cumbre de partidos para hacer frente a la al borrador de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa proyectada por el Ministerio de Educación. De este modo, Mas hace caso omiso al Gobierno y planta cara en defensa de la de la inmersión lingüística.

Un dictamen de la Comisión Europea ha exigido una modificación de la Ley del Cine de Cataluña, que obliga a alcanzar en siete años un 50% de distribución de películas en catalán, por considerar que es "discriminatoria" al dificultar la distribución de películas europeas. Por su parte, el conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, se ha mostrado prudente a la hora de comentar la resolución de la Comisión Europea, si bien ha resaltado que "en ningún caso cuestiona la protección del catalán".