Moratinos guarda silencio ante las acusaciones
Las relaciones entre los reinos de España y Marruecos nunca han sido fáciles. Han pasado del idilio que prometió Rodríguez Zapatero a su llegada a La Moncloa, a la situación actual al borde del enfrentamiento diplomático. En el periodo del gobierno de Aznar, evolucionó del engarce empresarial y la cooperación militar, al choque por el islote de Perejil. Anteriormente Felipe González tampoco se salvó : pasó de la mano tendida para mantener relaciones privilegiadas con Rabat, a la mini-guerra de la pesca. Ayer y hoy, la actitud de Rabat resulta incomprensible para la diplomacia española.