entrevista
Juan de Dios Garduño: "Aprendí mucho de Stephen King y lo considero un maestro"
sábado 18 de enero de 2014, 10:50h
Con tres novelas publicadas, el escritor sevillano Juan de Dios Garduño puede decir que ha visto uno de sus grandes sueños cumplido. Y no es un sueño cualquiera. De hecho, podría decirse que se trata de uno de esos sueños que algunos escritores ni siquiera se atreven a tener: ver una novela suya adaptada al cine en un proyecto que, además, tiene carácter internacional. Parece muy probable, por otra parte, que la adaptación de su novela Y pese a todo, publicada en 2010, sea simplemente el principio de una larga carrera, no sólo literaria.
“Esa novela, la verdad es que se escribió sin pretensiones ningunas”, asegura el escritor al El Imparcial. “Me había enterado a través de un amigo que en una editorial estaban buscando novelas de zombis y les envié una que yo ya tenía de zombis, muy tradicional. Me mantuve a la espera cuando me dijeron que ya la había leído el editor pero que la iban a leer más lectores que tenían en la editorial. Que si les gustaba, me la publicarían”. Mientras llegaba la respuesta - que fue afirmativa -, Garduño empezó a escribir Y pese a todo, una historia de amistad y de odio entre dos hombres que viven el fin del mundo después de la III Guerra Mundial y que, aún así, no son capaces de dejar sus diferencias a un lado. Lo hizo con la tranquilidad de quien espera algo que no guarda relación con lo que tiene entre manos en ese momento. Por eso, insiste Garduño en que lo hizo sin ambición alguna. Quizá, también por eso, se arriesgó a romper muchos esquemas de la literatura zombi. “Porque”, nos explica, “normalmente se trata de personas que huyen de una terrible infección que amenaza con acabar con el mundo o durante la apocalipsis zombi. En cambio, para mis personajes ya habían pasado nueve años. Estaban en una población nevada donde no se había sentido tanto la guerra, pero creían que eran los últimos supervivientes de la Tierra”.
La historia de Y pese a todo fluyó de tal manera que, cuando la editorial Dolmen le confirmó que se iba a publicar la primera novela que les había enviado, él tuvo claro que le interesaba mucho más que se publicara la que acababa de escribir, en lugar de la anterior. “Les dije que quería que se publicara antes Y pese a todo, así que retiraron la primera”. Garduño acertó de pleno. A pesar de que la novela fue publicada en julio - un mes malo, igual que agosto, para sacar novelas a la venta - Y pese a todo arrancó con la misma seguridad con la que su autor había decidido ponerla en primer lugar. No tardaron en llegar reseñas muy positivas y en dispararse las ventas. Tampoco tardó demasiado en atraer la atención del director Miguel Ángel Vivas (Secuestrados), quien, por su parte, llevaba una buena temporada leyendo guiones para su próxima película, sin que ninguno llegase a convencerle. En octubre ya le comentó el editor de Dolmen a Juan de Dios Garduño que había una distribuidora, Vaca Films, interesada en adquirir los derechos cinematográficos. “De octubre a enero se estuvieron negociando las condiciones y en enero firmamos el contrato”, concluye el escritor.
El rodaje de la cinta, que llevará el título de Welcome to Harmony, empieza el próximo 3 de febrero en Budapest con actores de la talla de Matthew Fox y Jeffrey Donovan. Por supuesto, el escritor está invitado a ir, aunque reconoce que no le han dado a leer el guión. “Me deben de tener miedo”, bromea. “De todos modos, confío mucho en el director y él me ha asegurado que la esencia de la novela está en el guión”, afirma, y sonríe cuando le preguntamos si se cree ya que su sueño se ha cumplido. “Sí, ya me lo creo. Era algo con lo que llevaba soñando toda la vida, sobre todo para alguien de mi generación, que hemos crecido con el buen cine de los 80. Yo siempre he estado deseando que se hiciera una película de una novela mía”. Lo consiguió con la primera, que surgió, además, como claro homenaje a Stephen King. Garduño tenía 15 años cuando leyó la primera novela del que se convertiría en su autor favorito. “Lo descubrí de forma tardía, pero en un año me leí 20 novelas suyas. Aprendí muchísimo de él y lo considero un maestro. Por eso, la novela es un homenaje. De hecho, la acción transcurre en Bangor, que es la ciudad en la que ha vivido casi toda la vida, le nombro varias veces en la novela y hago guiños con los personajes hacia Stephen King”, nos confirma.
Se nota enseguida que Garduño no es de los que se quedan parados. Lleva cuatro meses escribiendo su nueva novela, inspirada por los libros que leyó de Mark Twain, quien será, además, uno de los personajes. “Ahora estoy escribiendo una novela que se desarrolla a finales del siglo XIX en el Mississippi, durante la época en la que los barcos de vapor recorrían el río llevando personas y mercancías”. “No es de terror”, contesta cuando le preguntamos si sigue el camino marcado por su primera novela. Y añade: “Pero en todas mis novelas siempre hay un elemento fantástico, aunque aquí no es el eje central”. En realidad, el escritor sevillano nunca se ha parado desde que empezó a escribir relatos a los 12 años. Tiene otras dos novelas publicadas. Aparte de una antología de relatos. La última novela que ha visto la luz – también con la editorial Dolmen – es El arte sombrío, publicada en mayo de 2013, un thriller con asesinos en serie ambientado también en Estados Unidos. “Seguramente por influencia del cine, de libros de escritores norteamericanos o series de allí”, nos dice cuando le preguntamos si no le resulta difícil que la acción tenga lugar en un sitio en el que nunca ha estado. “Eso sí”, aclara, “me documento muchísimo”. Pero El arte sombrío, a pesar de ser la última novela publicada, no ha sido la última que Garduño ha escrito. Antes, había terminado El camino de baldosas amarillas, la única no ambientada en Estados Unidos, sino en un manicomio de la España posterior a la Guerra Civil.
En todo caso, la pasión que Garduño siente por la literatura no se ha dirigido únicamente a sus propios escritos. El pasado año se lanzó con otros escritores a la “aventura” editorial y nació Palabras de agua. “La verdad es que era algo que tenía muchas ganas de hacer, aunque no se hace por dinero, porque es algo con lo que no lo vas a ganar. Pero toda la vida he estado relacionado con el mundo del libro y esto era lo único que me faltaba por hacer. Tengo estudios de auxiliar de biblioteca y he trabajado en Planeta”. Siempre rodeado de libros, es su hábitat natural. Porque el autor sevillano también ha escrito prólogos y ha formado parte de jurados de certámenes literarios. De modo que Palabras de Agua era un camino más dentro de la literatura, a pesar de la falta de medios económicos y de que “se lo habían pintado mucho más negro de lo que al final está siendo”, asegura.
En todo caso, en Palabras de Agua les ilusiona ver cómo mucha gente puede cumplir el sueño de ver su novela publicada gracias a ellos y tienen la máxima de tratar a los autores con el mayor respeto, teniendo en cuenta sus opiniones, informándoles acerca de las ventas, distribuciones o librerías, y, en definitiva, cuidándoles todo lo posible. “Lo más importante es encontrar buenas historias que sepas que pueden gustar a muchísima gente. Ahora mismo nos encontramos con una novela que nos parece que tiene calidad, pero no es comercial y hemos tenido que rechazarla. Porque, aunque es una buena historia, no le vemos el potencial de que se pueda vender a un gran público. Apostamos por buenas novelas, pero que, además, sean comerciales”. Por otra parte, se muestra optimista en relación al futuro más inmediato de los libros. “Hemos estado viendo varios estudios editoriales y, según los mismos, este año han aumentado las ventas un 0.4%. Se nota una mejoría y, además, poco a poco, parece que estamos saliendo de la crisis y lo vamos a notar en los siguientes años”. Lo cierto es que ya el año pasado hubo un incremento del 19% de ventas en la Feria del Libro de Madrid y, en opinión de Garduño, este año será el de la recuperación definitiva de esta feria a la que él venía cada año desde Córdoba, antes de instalarse de forma permanente en la capital.
No podemos dejar de preguntarle, para finalizar la entrevista, qué cree que le falta hacer a corto o medio plazo en su carrera profesional. Juan de Dios Garduño tarda muy poco en responder: “Me gustaría escribir directamente el guión de un largometraje y que se llevara también al cine”.