De los muchos productos que la industria alimentaria lanza cada año al mercado, hay algunos que merecen un especial reconocimiento, simplemente, por ser diferentes a lo que ya existe y por poseer características tan personales, que lo hacen único.
Este es el caso de PinkCow, un original refresco made in Spain creación de cinco emprendedores encabezados por Flavio Morganti, chef italiano con raíces gallegas. Dos químicos, una ejecutiva y un emprendedor conocedor del mundo del aceite completan un joven equipo que han vertido, sobre el mundo del refresco, un jarro de innovación, creatividad y originalidad.
Más que tomarlo solo, sus creadores lo concibieron como perfecto ‘refremixer’, una bebida que se puede acompañar con los destilados preferidos dando lugar a cócteles insólitos. Yo lo he probado con tequila y la combinación me ha parecido espléndida. Avión D.F., que es como se llama el cóctel, es creación de Morganti y Guillermo Gonzélez de Moon93 (un establecimiento gallego), como un homenaje a los emigrantes gallegos en México, procedentes mayoritariamente de la localidad de Avión, que da nombre a la combinación.
Su sabor es curioso. Es imposible asociarlo al de otra bebida porque esta rompe con todos los cánones conocidos en los refrescos de siempre. Tomada sola presenta matices de naranja y flores que se funden entre pequeñas burbujas. El retrogusto es algo amargo aunque la sensación general es un trago dulce y gaseoso. En el caso de la mezcla con tequila, me pareció una reinvención de otros longdrinks conocidos con este destilado.
Desde que se dio a conocer, en Madrid Fusión 2013, fueron muchos los que emparentaron la bebida con otras energéticas, de alto nivel en cafeína y taurina. Pero lo cierto es que PinkCow, no contiene ningún tipo de excitante, es más, no tiene alcohol, ni calorías, solo una burbuja fina y sutil que anima el gusto desde el primer trago.
Con una imagen divertida, inspirada en la esencia femenina, PinkCow pasa a formar parte de esos nuevos productos que fomentan un estilo de vida saludable basado en una dieta mediterránea baja en calorías, pero también muy gourmet. Porque, recordemos, el placer de comer bien siempre tiene que ir ligado al aspecto gastronómico de cada comida, pero también de cada bebida.