Casado, Iglesias y Abascal han criticado que el presidente en funciones haya elegido esta fecha "para ganar votos".
Aunque el Gobierno que preside en funciones Pedro Sánchez lleva cerca de un año y medio intentando exhumar a Franco del Valle de los Caídos, nadie dudaba de que, llegado el caso, iba a aprovechar el acontecimiento para jugar con las sensibilidades que levanta el dictador y hacer campaña electoral.
Sánchez no para de negar que la exhumación de Franco sea “un acto electoralista”, pero lo cierto es que tampoco para de hablar sobre ello calificándolo siempre de “victoria para la democracia”. Así, el líder de Podemos, Pablo Iglesias ha lamentado que este procedimiento se haga en precampaña electoral y ha reprochado al jefe del Ejecutivo que se cuelgue medallas que corresponden a las asociaciones de víctimas.
Además de criticarle el momento, “no se debe hacer electoralismo con algo que se tendría que haber hecho hace mucho tiempo en España”, le ha echado en cara que no informe de su visita a Cataluña, pero sí avisa con todo detalle a todo el mundo de a qué hora saldrá “la momia” del valle de los Caídos.
Mientras la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, ironizaba antes de un acto electoral de partido afirmando que le “preocupa mucho” que la familia del dictador Francisco Franco no quiera hablar con el Ejecutivo, el candidato de Unidas Podemos al Congreso de los Diputados por Zaragoza, Pablo Echenique, criticaba que en precampaña se haga “electoralismo” hablando continuamente de la “momia de Franco en helicóptero”.
En la misma línea se pronunciaba Juan Carlos Monedero:
La vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, ha señalado que el Gobierno “sabrá si era mejor” hacerlo ahora o “haberse esperado al 11 de noviembre".
Para el presidente del PP, Pablo Casado, es “bastante evidente” que era lo que buscaba el PSOE y ha insistido en la conveniencia de no reabrir heridas. “Como nieto de una generación excepcional, generosa, que se dio un abrazo para restañar la Transición no me veo capacitado para deshacer ese abrazo”, afirmaba el líder de los populares.
Casado quiso recordar, ante algunas críticas de la izquierda, que en 2002 el pleno del Congreso por unanimidad y durante un Gobierno con mayoría absoluta del PP “condenó la dictadura finalmente superada hace muchas décadas”.
Igual de claro ha sido su vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, que valora la inteligencia de los españoles que sabrán valorar si la fecha elegida para la exhumación de los restos de Franco es “por el electoralismo” de Sánchez.
Irónica, pero clara, se mostraba también la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo: “Me alegra muchísimo que la izquierda española haya decidido, por fin, enterrar a Franco”.
El pasado lunes, el líder de Vox, Santiago Abascal, subrayaba que “en un contexto de emergencia nacional” (por Cataluña, el paro o la inmigración ilegal) el Gobierno de Pedro Sánchez apueste por “una emergencia profanadora” con los restos de Franco. “Pero es bueno, porque así se retrata Sánchez antes de las elecciones para que los ciudadanos vean sus prioridades”, concluía.
En Ciudadanos, la portavoz del Comité Ejecutivo, Lorena Roldán, ya había criticado también las formas del Gobierno buscando políticas efectistas que le beneficiasen en las urnas. Habló claramente de que el PSOE seguía una estrategia “para obtener votos”.
¿Por qué se permite un acto separatista y un rezo en un cementerio, no?
En Madrid, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, se pregunta por qué la Delegación del Gobierno sí autoriza la manifestación de apoyo al independentismo catalán el pasado sábado en el centro de la capital y no da permiso a las dos convocadas este jueves para rezar en el cementerio de Mingorrubio por la Fundación Francisco Franco. "Si puede haber un problema de orden público en un cementerio, qué no puede pasar en el corazón de la ciudad de Madrid", ha cuestionado.
La Delegación del Gobierno en Madrid no ha autorizado dos concentraciones convocadas para este jueves en el cementerio de Mingorrubio, coincidiendo con la reinhumación de los restos de Francisco Franco, al entender que podrían producirse "graves problemas de orden público". Para Díaz Ayuso, "a todas luces era previsible" que la protesta del pasado sábado acabara con "sillas volando" y "personas mayores corriendo" por la plaza de Callao.