La vigencia del ‘trumpismo’ en España tras el asalto al Capitolio de los EEUU está en cuestión. Uno de los partidos que ‘tonteó’ con las maneras del presidente Donald Trump fue Vox, que se situó en la órbita del líder estadounidense o de partidos como el Frente Nacional en Francia, de la Liga de Matteo Salvini en Italia.
El Partido Popular ha aprovechado la ocasión para desmarcarse de la manera más enérgica del neopopulismo encarnado en la figura de Donald Trump. No sólo Pablo Casado, líder de la formación. También el ex presidente José María Aznar y la fundación que preside, FAES, han rechazado con firmeza lo ocurrido en la capital de EEUU, donde seguidores de Trump, alentados por el propio presidente, irrumpieron en la sede de la soberanía americana.
“Todos los demócratas deberían condenar los sucedido ayer en el Capitolio. No entiendo cómo en España aún hay partidos que lo intentan justificar y otros que lo critican pero justificaban el intento de asalto al Parlament o cuando se rodeó el Congreso”, declara el líder de los populares, Pablo Casado.
De este modo, las críticas iban para Podemos y los secesionistas, pero también para Vox, formación gracias a la cual el PP mantiene varios gobiernos en comunidades autónomas y ayuntamientos.
La respuesta de Vox no se hacía esperar aunque, lejos de desvincularse de Donald Trump, enviaba un mensaje ambivalente. “Vox es el partido de la ley y el orden”, aseguraba la formación en Twitter, “tus votantes lo saben. Y también saben que te equivocas de enemigo al atacarnos y al equipararnos con los enemigos de España. El tiempo pondrá a cada uno en su lugar”.
“El partido de la ley y el orden”, aseguraba Vox, un lema que Donald Trump ha repetido hasta la saciedad. “Law and order”, decía, de nuevo el presidente saliente, este jueves, para tratar de calmara a sus seguidores.
Queda por dilucidar si las impactantes imágenes de Washington marcaran el inicio del fin de un modo de hacer política o si por el contrario alentarán a los populistas a seguir echando gasolina al fuego en un momento en que la pandemia ha incrementado el descontento social.