El Telescopio Espacial James Webb sigue dejando espectaculares fotos del firmamento a un nivel de detalle nunca visto hasta la fecha. Su última instantánea tiene como protagonista a la Galaxia Rueda de Carro y ha revelado nuevos detalles sobre la formación de estrellas y el agujero negro que se sitúa en su centro. Según los expertos, esta nueva imagen proporciona una nueva visión sobre cómo ha cambiado esta galaxia a lo largo de miles de millones de años.
La galaxia Rueda de carro, ubicada a unos 500 millones de años luz de distancia, en la constelación de Sculptor, constituye una rareza en sí misma. Su apariencia, muy parecida a la de la rueda de un carro, es el resultado de un evento intenso: una colisión a alta velocidad entre una gran galaxia espiral y otra más pequeña que no se ve en esta imagen.
Las colisiones de proporciones galácticas provocan una cascada de eventos diferentes y más pequeños entre las galaxias involucradas; y Rueda de Carro no es una excepción, pues el evento cataclismíco afectó notablemente a la forma y estructura de la galaxia.
Esta agrupación de estrellas luce dos anillos: uno interior brillante y otro colorido circundante. Estos dos anillos se expanden hacia afuera desde el centro de la colisión, como las ondas en un estanque después de arrojar una piedra. Debido a estas características distintivas, los astrónomos la llaman "galaxia anular", una estructura menos común que las galaxias espirales como nuestra Vía Láctea. El núcleo brillante contiene una enorme cantidad de polvo caliente y las áreas más brillantes son el hogar de gigantescos cúmulos de estrellas jóvenes.
Por otro lado, el anillo exterior, que se ha expandido durante unos 440 millones de años, está dominado por la formación estelar y las supernovas. A medida que este anillo se expande, choca contra el gas circundante y desencadena la formación de estrellas.
Otros telescopios, incluido el telescopio espacial Hubble, han examinado previamente la Rueda de Carro, pero la espectacular galaxia ha estado envuelta en misterio, quizás literalmente, dada la cantidad de polvo que dificulta su observación. Gracias a su capacidad para detectar luz infrarroja, el James Webb ha permitido a los astrónomos conocer más.
A través de su cámara de infrarrojo cercano (NIRCam), el generador de imágenes principal de Webb, el telescopio ha escudriñado el rango de infrarrojo cercano de 0,6 a 5 micrones, analizando longitudes de onda de luz cruciales que pueden revelar incluso más estrellas que las observadas en luz visible. Esto se debe a que las estrellas jóvenes, muchas de las cuales se están formando en el anillo exterior, están menos oscurecidas por la presencia de polvo cuando se observan en luz infrarroja.
En esta imagen, los datos de NIRCam están coloreados en azul, naranja y amarillo. La galaxia muestra muchos puntos azules individuales, que son estrellas individuales o focos de formación estelar. NIRCam también revela la diferencia entre la distribución suave o la forma de las poblaciones de estrellas más viejas y el polvo denso en el núcleo en comparación con las formas grumosas asociadas con las poblaciones de estrellas más jóvenes fuera de él.
Los coloreados en rojo en esta imagen compuesta revelan regiones ricas en hidrocarburos y otros compuestos químicos, así como polvo de silicato, como gran parte del polvo en la Tierra. Estas regiones forman una serie de radios en espiral que esencialmente forman el esqueleto de la galaxia. Éstas ya se habían observado previamente con Hubble publicadas, pero se vuelven mucho más prominentes en esta nueva imagen.
Según los científicos, estas nuevas observaciones, indican que la Rueda de Carro se encuentra en una etapa muy transitoria. La galaxia, que presumiblemente tenía la misma forma que la propia Vía Láctea antes de su colisión, continuará transformándose.