crónica cultural
Exposición de fotografías inéditas de Capa, Taro y Seymour
jueves 06 de octubre de 2011, 16:49h
Figura emblemática del fotoperiodismo, Goskin Sipahioglu nació en 1926 en Izmir, en Turquía y moría ayer en Francia, a los 84 años de edad. Goskin Sipahioglu fue durante muchos años corresponsal del cotidiano turco Hürriyet antes de fundar en París la agencia de fotoperiodismo Sipa en 1973, una de las tres más importantes junto con Gamma y Sygma. La cámara de Sipahioglu logró captar los principales acontecimientos de la historia mundial de los últimos 50 años, la crisis de los misiles de Cuba en 1962, la China de Mao, la intervención soviética en Praga o la caída de Dubcek, en la antigua Checoslovaquia, explicó el periodista Ferit Düzyol, en un libro sobre Sipahioglu.
Un total de 4.500 negativos sobre la Guerra Civil perdidos en 1939, se encontraron en 2008. Habían sido tomados por los fotógrafos Robert Capa, Gerda Taro y David Seymour. Un descubrimiento sin precedentes sobre nuestra historia, sobre la realidad que se vivió durante los terribles años de guerra española. Por primera vez, se van a mostrar esos negativos en la exposición que acaba de inaugurar el Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Barcelona La maleta mexicana. El redescobriment dels negatius de la Guerra Civil española de Capa, Chim y Taro y que permanecerá abierta hasta el 15 de enero.
Rostros de refugiados en los campos de refugiados, de niños, de soldados en los frentes, intelectuales del mundo entero, civiles bajo la pobreza más extrema, unas imágenes que ponen la piel de gallina y cuya muestra ya se ha mostrado en Nueva York y Arles. Las fotografías son inéditas la mayoría, y la muestra incluye también documentos, copias de la época. En un intento de identificación de los numerosos niños que aparecen en las imágenes, se va a activar una web en la que se mostrarán 53 fotografías con los rostros de más de 200 niños anónimos.
Para terminar con teatro, se cumplen estos días el primer aniversario de la original iniciativa de unos actores y productores dramáticos al crear el espacio Microteatro, teatro por dinero. Los 21 socios, liderados por Miguel Alcantud, representan en las cinco salas sus propuestas, todas de corta duración, en la que el público, a escasa distancia de los actores, vive los conflictos y las ilusiones de unos personajes muy parecidos a la vida misma.
Cada día representan cada obra seis veces. Cada mes, lo hacen alrededor de un tema. Por Nosotros es el elegido del mes de octubre, en el que serán los mismos socios los que vuelvan a ocupar las cinco salas. La Sesión Golfa de jueves a sábado son “Cuatro piezas sobre la doble moral y el desencanto” con texto y dirección de Ramón Salazar, quien en esta ocasión actúa en una de las microobras: La Muchacha del escarabajo picudo. Es un trabajo de mucha imaginación ya que se crea, se escribe y se escenifica a una pequeña escala.
Para celebrar el primer aniversario, salieron a la calle y actuaron doce veces. En el espacio también se ha abierto un bar al que acude y se dan cita diariamente, la gente del teatro. Asimismo, hay una sala en la que se hacen exposiciones de pintura y fotografías. El fin de semana se dedican las microrepresentaciones para los niños.
En noviembre, el tema será ¿Por qué me asustas?.