Un estudio ha demostrado que las hormonas relacionadas con el apetito desempeñan un papel importante en lo que se conoce como efecto “yo-yo” (la recuperación del peso después de una dieta de adelgazamiento), algo que padecen el 47 por ciento de los pacientes.
El comienzo de un nuevo año suele venir acompañado de promesas de recuperarse de los excesos culinarios de las fiestas navideñas, pero muchas personas han comprobado, con disgusto, que después de seguir una dieta de adelgazamiento, con todos los sacrificios y esfuerzos que eso conlleva, volvían a recuperar el peso perdido e incluso lo aumentaban.
A esto se le llama efecto “yo-yo” o efecto rebote y se produce porque con las dietas que llamamos “milagro” se pierde peso y volumen con la eliminación de glucógeno, proteínas, agua y minerales, pero no de grasa, que es lo más importante. Ahora, además, se sabe gracias a un estudio que las hormonas relacionadas con el apetito desempeñan un papel importante en la recuperación del peso después de una dieta de adelgazamiento.
Un 47% regananLa investigadora experta en endocrinología del Instituto de Investigaciones Sanitarias,
Ana Belén Crujeiras, ha explicado a EL IMPARCIAL que “un 47 por ciento de los pacientes estudiados que se habían sometido a dietas de adelgazamiento reganaban el peso perdido” y añade que “parece que la respuesta al tratamiento está predeterminada por características propias de cada paciente”.
Crujeiras es la autora principal de un nuevo estudio en el que se analizó en 104 personas con sobrepeso los niveles en plasma de hormonas como la grelina, la leptina y la insulina en la recuperación del peso después de una dieta hipocalórica. El trabajo reveló que las personas con niveles más altos de leptina y más bajos de grelina son más propensas a recuperar los centímetros perdidos.

Las conclusiones, que han sido publicadas en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, apuntaban que después de ocho semanas, el grupo que recuperó más del 10% del peso perdido poseía unos niveles de leptina mayores y unos niveles de grelina menores y que no se observaron diferencias en los niveles de insulina. Ana Belén Crujeiras, en declaraciones al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), señaló que “hay pacientes susceptibles y pacientes resistentes a los beneficios de una dieta”.
Herramienta útilEsto hace que sea una herramienta dietética muy útil, ya que, como apunta esta experta, “aquellos pacientes obesos o con sobrepeso que ganan más peso después de un programa dietético podrán ser identificados incluso antes de comenzar la terapia de pérdida de peso sólo con analizar los niveles plasmáticos de estas hormonas”.
Además, se podrá estudiar más exhaustivamente las hormonas relacionadas con el apetito como herramientas para desarrollar programas personalizados de pérdida de peso que garanticen el éxito en pacientes obesos y con sobrepeso y para el posterior mantenimiento del peso perdido.
Ana Belén Crujeiras concluye que “los endocrinólogos y nutricionistas deberían diseñar un programa especial para aquellos pacientes con niveles plasmáticos más altos de leptina y más bajos de grelina antes de comenzar una dieta hipocalórica sabiendo que estos pacientes son susceptibles de recuperar el peso perdido a corto plazo”.