Docta, gorda, roja
Docta, gorda, roja... los adjetivos de Bolonia nos hablan de una ciudad bella, fascinante y muy viva en las estribaciones de los Apeninos. Pórticos y soportales -45 kilómetros en la ciudad- palacios, iglesias, torres medievales que cortan la respiración, la Universidad más antigua de Europa y una gastronomía que no deja indiferente a los turistas de fino paladar. Como sus gentes, apasionadas y defensoras de su rica historia.