el italia-serbia recordó a la catástrofe de Heysel
Los ultras de la selección serbia acudieron a Génova para perturbar el transcurso del Italia-Serbia, partido valedero para la clasificación de la próxima Eurocopa. Eso figuraba en el guión. Lo que no se esperaba fue la escasa seguridad que permitió acceder a los hooligans con bengalas, navajas e incluso alicates. Tampoco se contaba con la agresión al portero balcánico Stojkovic, que se refugió en el vestuario italiano pidiendo protección al seleccionador transalpino. Tras la “batalla” se ha desatado otra guerra, en este caso dialéctica, entre las federaciones de fútbol de ambos países y la UEFA. La relevancia de lo sucedido en el estadio Luigi Ferraris ha provocado que el Ministro de Interior italiano acusara a su homólogo serbio de no avisar de la llegada de los “Tigres de Arkan”. La UEFA delibera que sanción poner a la federación ex yugoslava. La violencia ha regresado al fútbol y la escasa unificación en cuanto a la seguridad en los países continentales ha vuelto a dejar en evidencia a las instituciones del balompié europeo.