EL CHIVATO
Trufaldín/na es el nombre (en desuso) de quienes representaban farsas y comedias, en los corrales o fuera de estos. La ministra Pajín sería una excelente trufaldina si redujera la altura de su poltrona en el peine o telar del poder, hasta las tablas del escenario habitado por comediantes para, entre ellos, impartir las clases de interpretación que sugiere –u ordena- para el caso frecuente en el que los comediantes deban fumar en escena; fumar sin fumar, claro, porque con eso de las delaciones que promueve la ministra mínima o ministrina, algunos espectadores, progres ellos, delatan, denuncian, se chivan.